Evaluación psicopedagógica multidimensional

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En la evaluación psicopedagógica, de las dificultades de aprendizaje, en Clavé psicopedagogs tenemos muy claro que resulta indispensable realizar una evaluación multidimensional.
Hablando de evaluación multidimensional nos referimos al abordaje de los diferentes aspectos que, a nuestro entender, inciden directamente en el desarrollo del aparendizaje. En este sentido las áreas que exploramos y por tanto consideramos básicas son las siguientes:
Área de capacidades intelectuales
Área de habilidades funcionales
  • Atención
  • Percepción y memoria
  • Orientación espacial y lateralidad
  • Habilidades visuales (optometria)
  • Desarrollo neuromotor
Área instrumental
  • Lectura
  • Escritura
  • Hábitos y técnicas de estudio
Área emocional

Evidentemente los aspectos y las técnicas para su evaluación varian en función de la edad y el motivo de demanda. Sin embargo, creemos necesario evaluar todas estas facetas de la persona por su intensa interrelación con el desarrollo del aprendizaje.
Por ejemplo, es sabido que un niño o una niña con dificultades importantes a nivel emocional puede presentar un bajo rendimiento académico, aunque escolarmente no se aprecien de forma clara las dificultades en relación a los afectos. Entonces en un caso como este podríamos estar pasando por alto la principal causa de las dificultades y por tanto el remedio que podríamos poner ante estas resultaría parcial y, con toda seguridad, poco eficaz.
Por otra parte, también nos encontramos con situaciones en las que la presencia de dificultades de aprendizaje conlleva problemas de tipo más emocional, alterando frecuentemente la autoestima, la sociabilidad, la motivación o la satisfacción personal. Por este motivo también se estima necesario el abordaje de aspectos más psicológicos en el tratamiento de las dificultades de aprendizaje, siempre intentando incidir no solo en el niño/a, sino también en su entorno (familia y escuela, para buscar de este modo el mayor bienestar para el niño y potenciar de esta forma su desarrollo integral.

La orientación vocacional en el ámbito educativo

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En las escuelas medias de la República Argentina se realizan procesos de orientación vocacional como una actividad preventiva, con la finalidad de posibilitar a los estudiantes la elección de una carrera y/o trabajo de acuerdo con sus intereses y preferencias.

Es importante tener en cuenta que la orientación debe favorecer el protagonismo de los adolescentes, ya que son ellos los que eligen y deben asumir un compromiso social hacia aquello que han decidido llevar a cabo como proyecto de vida.

Entiendo a la orientación vocacional como un proceso que atraviesa toda la vida y la escolaridad del sujeto y no solo como un acontecimiento a definir en los últimos años del ciclo superior de la escuela secundaria, si bien se hace imperioso en estos últimos escalones de la escolaridad obligatoria realizar una orientación y acompañamiento más intenso.

La orientación vocacional (O.V.) debe ser una actividad dinámica, psicosocial e interactiva por parte del adolescente.

Dicho proceso es realizado por los especialistas educativos como lo son el psicólogo educacional o el psicopedagogo y además están involucrados todos los docentes y directivos de la institución.

El proceso puede dividirse en tres etapas.

La primera etapa atraviesa los tres primeros años de la escuela media y la podemos nominar como de “autoconocimiento”. El sujeto deberá trabajar en torno a la pregunta ¿quién soy yo? para construir su identidad personal y su relación con los mundos sociales que lo rodean y con los cuáles se relaciona como lo son su familia, su grupo de pares y su escuela.

Es importante trabajar aspectos de su personalidad, valores, afectos, influencias familiares o de amigos en torno a la carrera o actividad a elegir, miedos y temores a lo nuevo, etc.

La segunda etapa atraviesa los últimos dos años de la escuela media y la podemos llamar de “exploración del campo social” y “elección”.

En esta etapa, el estudiante deberá trabajar en torno a dos preguntas cruciales: ¿qué oportunidades educativas y/o laborales ofrece mi comunidad? Y ¿Cuál puede ser mi aporte y mi realización personal en aquello que yo elija?

En primer lugar es importante acercarle al alumno todo tipo de información acerca de carreras, sus planes de estudio, validez e incumbencia de los títulos, etc.

Teniendo en cuenta todo lo anterior se arribará a la toma de decisiones.

Algunas de las actividades que se realizan dentro de la institución escolar, y que en mi rol de psicopedagoga llevo a cabo son:

- Reuniones con padres para esclarecer etapa del desarrollo (pubertad y dolescencia), rol de los padres en el proceso de orientación escolar y vocacional.

- Reuniones con directivos y docentes para comunicar las pautas y actividades del proyecto a desarrollar.

- Reuniones y encuentros con los estudiantes donde se proponen y desarrollan “núcleos problemáticos”. Es importante estar abiertos a los emergentes del cada grupo.

Algunas de las actividades que se realizan fuera de la institución, que nos permiten abrirnos a la comunidad y establecer vínculos son:

- “Ferias de las profesiones” o “Ferias de las universidades”

- Charlas con personal médico y/o psicólogo acerca del tema adicciones, trastornos propios de la adolescencia, educación sexual, etc.

- Visitas a lugares de trabajo, pasantías estudiantiles, entrevistas a profesionales, “charlas” o “Paneles” en las facultades, visitas a universidades.

Si bien hay múltiples y variados enfoques para trabajar el tema de la Orientación Vocacional en los ámbitos educativos, mi objetivo con este pequeño artículo es dar a conocer un proyecto de trabajo que hace más de una década desarrollo en un colegio, en mi país… Argentina.

Lic. Edith Beatriz Burgos

Musicoterapia infantil

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Publico este artículo gracias a la colaboración de Anna Garí, psicologa y musicoterapeuta, podeís encontrar más datos sobre ella al final del artículo.

La musicoterapia infantil es el uso de la música y de las actividades musicales en un contexto terapéutico con el objetivo de estimular, mejorar o recuperar el correcto desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional de los niños.
En una sesión de musicoterapia, mientras el niño se lo pasa bien cantando y tocando instrumentos, el musicoterapeuta pretende conseguir que el niño sea capaz de mantener la atención, que articule mejor las palabras o que construya las frases correctamente. También se puede fijar el objetivo de controlar la hiperactividad del niño, mejorar la conducta o aumentar la autoestima en situaciones emocionalmente difíciles. Es por este motivo que la musicoterapia es útil en la mayoría de problemas propios de los primeros años de vida del niño: problemas de lenguaje, problemas de aprendizaje, dislexia, déficit de atención, hiperactividad, problemas emocionales y de conducta, etc.
Ya hace algunos años que psicólogos de los dife
rentes ámbitos de la psicología han empezado a ver en la música un recurso útil para sus actividades terapéuticas, y poco a poco han ido llevando su carrera profesional hacia la musicoterapia. Es muy importante que el musicoterapeuta sea músico además de psicólogo, pues el dominio de instrumentos como el piano o la guitarra y la capacidad de improvisación dan consistencia a las actividades musicales de la sesión.


El valor terapéutico de la música


La música, por ella misma, tiene una serie de características que la hacen muy útil para el trabajo con niños. Para empezar, es un recurso que todos conocen y han experimentado en muchas ocasiones, a menudo de una forma agradable y divertida. Además, música puede hacerla todo el mundo, los grandes y los pequeños, los más inteligentes y los que presentan más dificultades, los que hablan y los que son incapaces de comunicarse verbalmente… Y esta flexibilidad para presentarse a todo el mundo en el nivel que cada cual necesita, hace de la música una perfecta aliada por la terapia.

La música nos toca emocionalmente, nos activa o nos relaja a nivel físico, nos hace trabajar el cerebro y nos ayuda a relacionarnos con los demás. Además, una canción siempre tiene momentos previsibles aunque sea la primera vez que nos la cantan. Por este motivo el niño se siente seguro en una sesión de musicoterapia, puesto que siempre es capaz de participar con éxito en las actividades que se hacen.

Es importante destacar que todos tenemos una música preferida: una canción, una melodía que nos emociona más que las otras… Los niños no son una excepción en este sentido. Esta música preferida será un recurso indispensable para el musicoterapeuta, y servirá de base para su trabajo con el niño.


El papel de la música en la terapia


Según el objetivo que se quiera trabajar y las características del niño, el musicoterapeuta utilizará la música de una manera o de otra. En algunos casos, la música actúa como estímulo por facilitar el aprendizaje de nuevos conceptos, nuevas palabras, nuevas maneras de construir una frase… Sería como cuando nos aprendíamos las tablas de multiplicar con el ritmo y la tonadilla que nos facilitaba la memorización, o como cuando todavía ahora somos capaces de recordar los ingredientes de la Nocilla gracias a la canción que se hizo famosa con el anuncio. Otras veces, la actividad musical (tocar un instrumento, escuchar un disco, cantar…) es la excusa para conseguir que el niño trabaje una dificultad. Por ejemplo, tocar la flauta puede servir para hacer ejercicios de respiración que, sin la flauta, podrían resultar algo aburridos. Tocar en un grupo puede mejorar su capacidad de atención (si ha de tocar los cascabeles justo después de oir el triángulo), mejorar la relación con otros niños, o aumentar la autoestima.

Por último, no podemos olvidar que las actividades musicales son divertidas para el niño, y esto les da un papel importante como refuerzo para conseguir que trabaje en aquellas tareas que de entrada no le motivarían demasiado.

El proceso de evaluación

Para llevar a término una buena intervención con musicoterapia, el psicólogo-musicoterapeuta debe realizar un estudio del desarrollo del niño en todos sus ámbitos, mediante las pruebas estándar que existen para cada caso. Una vez hecha esta valoración, establecerá los objetivos a trabajar con el niño y planificará el tratamiento más adecuado. Hasta aquí, nada diferente de lo que hace un psicólogo en su día a día. Pero además, el musicoterapeuta preguntará a los padres qué músicas escucha el niño a casa, qué canciones se le han cantado de pequeño, si reacciona a alguna música en especial, o si se ha interesado por algún instrumento. Esta información será básica por el tratamiento y a partir de aquí se programarán las actividades más adecuadas para el niño según su propia historia musical.

El musicoterapeuta, además de su trabajo diario con los niños, mantiene un contacto directo con los otros profesionales que conocen al niño, como el maestro, el logopeda, el fisioterapeuta, el terapeuta ocupacional, el neurólogo, etc.

Las sesiones

Las sesiones de musicoterapeuta son muy estructuradas, puesto que cuanto más lo son más ayudamos el niño a sentirse cómodo en un ambiente previsible y conocido para él. Por esto, en musicoterapia infantil son muy importantes las canciones de bienvenida, que son canciones sencillas que incluyen un saludo personalizado con el nombre del pequeño. Estas canciones son más o menos simples según el grado de desarrollo lingüístico e intelectual del niño.

Después, se van realizando las diferentes actividades planteadas según los objetivos. Algunos ejemplos de actividades son:

Cantar: las canciones son una fuente de aprendizaje de vocabulario, y les ayuda a trabajar la correcta estructura de las palabras y las frases. Una canción adecuada para cada actividad dependerá del objetivo a conseguir, la edad y la capacidad del niño.

Audición musical: fomenta principalmente la atención, el reconocimiento de sonidos, y puede servir para conseguir momentos de relajación durante la sesión.

Juegos musicales: son todas aquellas actividades que tienen como protagonista un instrumento o una acción musical, que están regidas por unas normas que se deben cumplir, y que tienen un objetivo a conseguir.

Improvisación vocal e instrumental: permite un ambiente flexible en que el niño es libre de tocar o cantar lo que quiere, siempre dentro de unos límites. Este espacio es muy importante para los niños acostumbrados a un ambiente de aprendizaje muy rígido, y fomenta la expresión espontánea y la creatividad.

Composición de canciones: fomenta la creatividad y la imaginación. El niño puede componer una canción cambiando la letra de una canción conocida o inventando una nueva melodía.

Viajes musicales: con ayuda de una audición, guiamos la imaginación del niño hacia otro lugar, como si lo metiéramos dentro de un cuento en el que él es el protagonista y pasan cosas increíbles…

Tocar instrumentos: la habilidad necesaria para tocar un instrumento implica un desarrollo de ciertas funciones motrices que pueden ser un objetivo en sí mismo. Pero también tocar en grupo o junto con el musicoterapeuta implica trabajar la relación con el otro, la espera de los turnos, la escucha del otro o la coordinación con éste.

Finalmente, la sesión acaba con un final previsible y conocido para el niño, ya sea con una canción o con una actividad de recogida, que faciliten la comprensión del fin de la sesión y la ubicación a su nueva realidad (irse con la madre, ir a otra terapia…).

La musicoterapia, pues, es una herramienta de gran utilidad para los psicólogos que se dedican a la atención precoz, que encontrarán en las actividades musicales un recurso divertido para los niños que presentan dificultades en su desarrollo.

Anna Garí

Psicóloga y musicoterapeuta, col. 9534

Centre de Psicologia i Musicoteràpia

Plaça Urquinaona 9, 1-2 (08010 Barcelona)

Tel.: 645 011 487

agari@copc.es

http://musicoterapia.en.eresmas.com


Algunos apuntes sobre la relación familia-escuela

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Hace ya un par de semanas que publicaba un artículo a raíz de las aportaciones más significativas, a mi entender, en el Congreso Nacional sobre TDAH 2008, este artículo constituiría una segunda parte en la que trato sobre la relación entre la familia y la escuela en casos de alumnos con TDA-H a partir de la exposición de Jesus Bernal, no obstante considero que la orientaciones que proporcionó no solo valen para estos casos sino que son perfectamente extensibles a cualquier circunstancia. Las principales razones que dio las sintetizaba en estos 7 puntos:

1. Compromiso incondicional: ambas partes (escuela y familia) deben estar comprometidas de igual forma, al 100%, en el proceso educativo del/la alumn@. Debiendo de esta forma tender a un trabajo colaborativo en todo momento.

2. Manejo de las diferencias entre adultos, dejando al/la niñ@ fuera. Ell@s nunca deben de estar en medio de una polémica, ya que si no serán l@s más perjudicados.

3. Consideración positiva reciproca, ante el/la niñ@ y los demás. Aunque no compartamos las decisiones tomadas en la escuela, debemos respetarlas siempre enfrente de ell@s, aunque después consideremos la necesidad de hablar con el responsable para tratar de solucionar la problemática. Lógicamente, esta premisa resulta igualmente válida para la escuela, quien nunca debe desautorizar a la familia, bajo ningún concepto.

4. En procesos de cambio, es decir, cuando se hace necesario cambiar de escuela puesto que el entente resulta imposible, se deben tomar las decisiones dejando fuera al niñ@, preservando lo positivo del colegio y la familia. No sirve de nada echar más leña al asador, conviene cerrar las etapas lo más positivamente posible.

5. Conocer y confiar en los Recursos Generales y Servicios Especiales que existen en el entorno (sobretodo otras familias). Es bueno que las familias no caminen solas, si no que se puedan encontrar con otras familias y profesionales que los puedan orientar y apoyar en la superación de sus dificultades. También es importante que las escuelas estén en contacto con estos servicios y asociaciones, con la finalidad de tener una mayor información y más recursos para atender a su alumnado.

6. Desde casa es bueno centrarnos en las tareas de casa. Es importante no intentar interferir en las tareas propias del contexto escolar, el hogar no debe ser un colegio paralelo. En muchas ocasiones sucede que l@s niñ@s salen de la escuela y entran en casa donde les espera otra sesión más de escuela, pero los profesores son sus padres, para poder hacer esto bien estos debe tener mucha destreza y no olvidar nunca que su principal función es hacer de m/padres. Lo mismo ocurre en la escuela, esta no puede ni debe exigir que aquello que no se puede conseguir en la escuela se tenga que conseguir desde casa, si cambiamos los papeles no creo que haya buenos resultados en ningún caso. La responsabilidad compartida si que resulta el mejor camino.

7. Fomentar actitudes de colaboración familia-colegio, de forma independiente de lo que haga el otr@.

Considero que son unas orientaciones muy prácticas y acertadas, aunque en determinadas ocasiones estoy seguro que no es fácil llevarlas a cabo.

EL DESARROLLO LÚDICO

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“Un niño que no sabe jugar, será un adulto que no sabe pensar”.

“El niño mediante el juego construye su pensamiento”.

“El juego es una actividad para aprender creativamente”

“La diversión viene de las cosas, la alegría del interior de uno mismo”.

Hay varias teorías psicológicas y pedagógicas que nos hablan de lo que es el juego y de lo importante que es para el desarrollo normal de los niños.

Tenemos que tener en cuenta que el jugar es para todo niño una actividad “seria”, que vivencia un “como si”, o sea, el juego es ficción pero si bien se sabe que no es la realidad, se la representa y se la vive como si fuera tal; por ejemplo cuando juega a la mamá o a la maestra. Al asumir diferentes roles, (doctor, maestra, hijo) se produce un aprendizaje social.

Muchos psicólogos consideran al juego como liberador de tensiones, afectos y energía. Para los psicoanalistas, el juego le sirve al niño para transformar las situaciones no placenteras, en situaciones placenteras.

Como acto de libre elección, el juego, es una de las formas que tiene el ser humano de autoexpresarse y autoexplorar.

Lo deberían utilizar los docentes de todos los niveles educativos (inicial, escolar y secundaria), pues al ser una actividad específica del niño o joven, es útil para el aprendizaje sistemático.

El juego es fundamental en la estructuración del pensamiento infantil, en la construcción del lenguaje y la representación objetiva de la realidad.

El niño desborda su sistema de adaptación al medio ambiente y juega; como cuándo aprende a usar la cuchara para comer y luego jugará con ella. El niño juega cuándo está relajado.

Los especialistas en psicología y psicopedagogía, utilizamos el juego junto con el dibujo, como herramientas para el diagnóstico y tratamiento.

El prestigioso psicólogo infantil, Jean Piaget, clasificó al juego en tres tipos, a saber:

v Juegos de ejercicio o motor: es el juego propio de los niños desde el nacimiento a los dos años aproximadamente y el placer en estas edades consiste en repetir y ejercitar determinados movimientos como hacer sonar un sonajero, presionar una pelota, producir sonidos, etc.

v Juegos simbólico o de ficción: se presenta entre los dos y los cinco años. Es el preparar una escena y representar roles como ser la mamá, el doctor, las visitas, etc. También en estas edades, los niños realizan juegos de construcción como lo son jugar con cubos, bloques, ladrillos, etc.

v Juegos reglados: también llamados socializados porque se juegan de a dos o más integrantes. Dentro de este tipo de juegos encontramos los pre-deportivos, los juegos de salón o mesa y los juegos de patio que tienen reglas para seguir y se reconoce a un ganador.

Padres y docentes deben tener en cuenta las clasificaciones de juegos según las finalidades que ellos persiguen y es importante considerar los siguientes tipos de juegos, para estimular a los sujetos.

Clasificación de juegos

Según la edad:

Juegos para bebés: armado de encastres o torres de cubos, cuneros musicales, sonajeros, juegos de arrastre, juegos para la arena.

Juegos para niños: hay una infinita variedad de juegos para niños/as en edad escolar, o sea, de seis a once años. Estos juegos pueden tener las más diversas finalidades y pueden ser de mesa o al aire libre, apuntar a desarrollar algún aspecto de su persona o como simple pasatiempo como pueden serlo los juegos de azar o en el ordenador.Juegos para jóvenes: además de los juegos con las herramientas tecnológicas actuales como lo son en la computadora, la Playstation o el celular, también los adolescentes y jóvenes gozan de jugar al “metegol”, el “bowling” y el “pool”. También están los juegos más tradicionales como los naipes, el ajedrez, el dominó o el “bingo”.

Juegos para adultos: todo tipo de juegos reglados como el “té canasta”, el póker, las bochas, etc.


Según el espacio físico:

Juegos de salón: o los comúnmente llamados juegos de mesa, como lo son el ta-te-ti, la batalla naval, el póker, la generala.

Juegos de patio: los juegos que podemos observar en los recreos de las escuelas o en el patio de las casas. Algunos de ellos pueden ser el saltar a la soga, picar una pelota, andar en triciclo o bicicleta, las escondidas o la mancha.

Juegos al aire libre: los juegos que se suelen practicar cuando un grupo de niños o jóvenes se encuentran de campamento. Ejemplo de ello puede ser el jugar a la búsqueda del tesoro escondido o al “amigo invisible”.


Según la finalidad:

Juegos recreativos: una mancha, escondida, saltar a la soga, el ahorcado.

Juegos intelectuales: sopa de letras, crucigrama, bucanero, juego de la vida, “quien es quien”, rompecabezas.

Juegos didácticos: memotest, loterías de colores, de animales, de figuras geométricas, dominó.

Juegos diagnósticos: Juegos de dramatizaciones, juegos de armado de cubos, rompecabezas, armado de historias, entre otros.

Juegos terapéuticos: todo tipo de juego puede ser terapéutico según la problemática del sujeto, por ejemplo si un niño tiene dificultades en matemática es importante que en su casa y con el terapeuta pueda jugar a los dados y a los naipes. Si un niño tiene dificultades en el área de lengua, es importante incentivar el juego de rapigrama, sopa de letras, dominó o loterías de letras, palabras, sinónimos, etc.

Según el área de maduración y desarrollo:

Juegos psicomotores: carrera de embolsados, bolitas, salto, rompehielos.

Juegos socio- afectivos: juego de la casita, las visitas, la enfermería.

Juegos intelectuales: naipes, dados, ajedrez, “quien es quien”.

Según el área de aprendizaje en la escuela:

Juegos preferentemente para el área de lengua: crucigramas, “boggle”de letras, sopa de letras, rapigrama, loterías de palabras, sílabas, letras, etc. El “Pictionary”, etc.

Juegos preferentemente para el área de matemática: el “Boogle” de números, cartas, palitos chinos, dominó de números, bingo.

Lic. Edith Beatriz Burgos



Juegos recomendados

Más sobre Aprendizaje cooperativo

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La semana pasada publiqué un artículo sobre el aprendizaje cooperativo, no obsatante, he encontrado estas presentaciones del profesor Pere Pujolàs de la Universidad de Vic, un experto en el tema, las presentaciones dan un repaso muy bien trabajado sobre el aprendizaje cooperativo, con una primera parte de tipo más conceptual y la segunda parte más centrada en las técnicas propias de este tipo de proceso de enseñanza - aprendizaje. También resulta especialmente recomendable su libro Aprender juntos, alumnos diferentes (Ed. Octaedro (2004)).




Rol del docente en la enseñanza de valores

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Actualmente se habla mucho de la necesidad o ausencia de valores en diferentes campos de la vida, en especial en el área educativa. Pero, ¿de qué estamos hablando cuando nos referimos a valores?
A lo largo de la historia del pensamiento occidental moderno el término valores ha sido definido de distintas maneras. El primer filósofo que pone en "boga" esta palabra es F. Nietzsche en su obra "Genealogía de la moral", le siguen Max Scheler, D.Von Hildebrand, entre otros.

Aunque es un concepto complejo sin una definición universalmente aceptada en sentido estricto, se puede definir el valor como un horizonte de sentido, como algo que se aspira tener, como un ideal, centro de gravedad de la vida humana. Así, cuando se habla de valores, hablamos en forma genérica de valores humanos, de aquellos que son propios de las personas que vivimos en sociedad, de aquellos valores que se pueden universalizar y facilitan que la vida sea más humana.

El primer agente transmisor de valores es la familia, principal protagonista en la vida del individuo y la muestra de valores que se transmitan en ella será el pilar fundamental para sus relaciones y actitudes sociales fururas.
Luego, del sistema educativo se espera que enseñe no sólo a "aprender a aprender" sino "aprender a vivir", siendo importante el papel de la escuela, en donde profesores, compañeros y toda la comunidad educativa con la cual interactúa el niño y el joven diariamente, transfieren algunos valores diferentes a los que el individuo ya había forjado. En esta etapa, uno de los protagonistas principales, en cuanto a transmisión de valores se refiere, es el docente, quien con su ejemplo y forma de actuar enseña, ilustra, por ello el docente deberá estar muy atento a sus actitudes, palabras, gestos y tratar de que éstos sólo transmitan valores positivos, tales como: respeto, unión, honestidad, tolerancia, solidaridad, sin incongruencias entre el "decir" y el "hacer". Ofrecer a sus educandos una atmósfera de confianza y no olvidar que en los nuevos enfoques de la orientación educativa, el docente, con su formación actual puede y debe poner en práctica la atención de sus alumnos en forma integral.

Debido a que los valores son modificables e imprescindibles y que cada persona los crea, el principal papel del educador es el de ayudar a sus alumnos en dicho proceso de creación o de modificación de esos valores si ya los tuviese y no fuesen los adecuados. Para ello el maestro debe:

Impulsar los valores como base de todas las asignaturas académicas, los cuales, faciliten al alumno a asumir conductas responsables, tolerantes, de trabajo, de unión, de respeto, de solidaridad.

Promocionar actividades de convivencia entre padres-alumnos

En las actividades académicas diarias estimular y desarrollar actitudes de análisis, meditación y conclusión.

Apoyar e impulsar la comunicación padres-hijos a través de actividades sencillas, por ejemplo: tener un "Cuaderno de comunicación a padres" en donde el alumno escribirá en forma muy resumida sus experiencias, reflexiones, dudas de su actividad diaria, lo cual deberá ser firmado por el maestro y los padres. Esto garantizará el intercambio de información y comunicación entre padres-maestro-alumno.

Promover dentro de la educación formal el desarrollo integral del alumnado, desde una perspectiva fundamental: la de formarse como personas éticas, libres y responsables; con capacidad para una interacción personal y social tolerante,democrática y constructiva.
Fomentando el equilibrio entre los contenidos académicos y la enseñanza en valores que favorezca el desarrollo integral del educando.

Inspirar al alumno en la escogencia de sus valores personales y a conocer métodos prácticos para desarrollarlos y profundizar en ellos.

Contrarrestar la influencia negativa, en cuanto a enseñanza de valores equívocos, que en su mayoría transmiten algunos medios de comunicación, en especial la t.v., el maestro deberá desarrollar el pensamiento crítico en los alumnos, ayudándoles a que sean personas conscientes y reflexivas en la adquisición de sus propios razonamientos y conclusiones.

Al recapitular: aunque los valores son inherentes a la persona y cada quien establece su escala de valores, también es cierto que éstos son contenidos que se deben transmitir como contenidos de enseñanza-aprendizaje en la escuela, significa que se pueden enseñar y aprender, no sólo como una dimensión de aprendizaje que se debe tener en cuenta en el proceso educativo, sino como uno de los factores básicos en la calidad de la educación. En esta experiencia educativa la figura y el rol del maestro son la base fundamental como orientador del alumnado hacia la consolidación de los objetivos propuestos, para el logro supremo de ir transformando al mundo que vivimos en algo especial y hermoso.

GISELA VALERA
Psicopedagoga
Caracas- Venezuela

La escritura, aspectos básicos

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La escritura es tal vez el aprendizaje más complejo que debemos realizar al largo de nuestra vida, es un aprendizaje en el que nuestra evolución resulta continua y requiere de una gran cantidad de elementos o habilidades que facilitaran nuestro desarrollo en este o bien nos dificultaran nuestra capacidad de expresión escrita. Es estos términos debemos tener en cuenta siempre los siguientes procesos y habilidades:
  • La habilidad gráfica
    • Direccionalidad y trazo
  • La capacidad de representación mental
  • La capacidad de orientación temporal
  • La capacidad de planificación
  • El conocimiento lingüístico
    • Morfosintáctico
    • Léxico
    • Ortográfico
    • Registros textuales
Así pues la escritura se trata de un proceso muy complejo, seguramente más complejo que la escritura. Sin embargo, debemos tener en cuenta que seguramente resulta el proceso que es menos trabajado en la escuela, solo hace falta tener presentes la cantidad de horas dedicadas a la lectura o a las matemáticas en contra de la dedicada a la escritura, el desfase es claramente importante. Además también debemos tener en presente el hecho que en la escuela prácticamente solo se trabajan tres de los aspectos antes mencionados, resultando estos la habilidad gráfica, la ortografía y la morfosintaxis, mientras que el resto de los procesos y conocimientos suelen ser poco trabajados.
En el presente artículo y los venideros procuraré tratar los diferentes elementos que juegan un papel relevante en el desarrollo de la escritura y deben ser sujetos a enseñanza para que la capacidad de expresión escrita se desarrolle convenientemente. En primer lugar hablaré de las habilidades gráficas.

Las habilidades gráficas en la escritura
La capacidad del niñ@ para empezar a escribir dependerá por una parte de su capacidad de representación mental y por otra parte del correcto desarrollo de su coordinación visomotora (podeís encontrar algunas actividades para trabajar esta habilidad en en el artículo Algunas actividades para potenciar la coordinación visomotora). La imagen de representación mental es aquella capacidad que adquirimos cuando somos capaces de imaginarnos una cosa que no está frente a nosotr@s, aspecto muy importante para el desarrollo del lenguaje y de la lectoescritura, ya que es la capacidad que nos permite dotar de significado a una cosa que realmente no tiene como resulta el código escrito, el desarrollo de la cual nos permite empezar a dibujar el mundo, primero con garabatos irreconocibles para más tarde representar personas y demás, siendo este nuestro primer lenguaje escrito y conceptual.
Por otra parte, este periodo pregráfico también resulta clave en el desarrollo posterior del grafismo, no tan solo por la dotación de significados no presentes, sino también por el desarrollo de habilidades manuales finas, las cuales resultan de una asombrosa complejidad. El desarrollo de la coordinación visomotora se encuentra determinado por diferentes aspectos entre los que cabe señalar como principales:
Para ver más sobre estos temas podeís entrar en los artículos enlazados, en cuanto a las habilidades visuales cobran especial relevancia el desarrollo de la binocularidad, la visomotricidad, la convergéncia ocular y la capacidad acomodativa, habilidades que naturalmente se deben ir configurando correctamente sobretodo durante la etapa de suelo (gateo y arrastre), aunque más tarde irán progresando hasta conseguir una madurez visual suficiente que permita que el sistema adquiera correctamente las habilidades gráficas.
Una vez las actividades de preescritura se van superando se puede empezar a trabajar la escritura, en la cual tendremos que tener presentes ante todo aspectos fundamentales, el trazo y la direccionalidad. La direccionalidad son los movimientos que realizamos en la escritura y deben seguir siempre un orden de izquierda a derecha en nuestra escritura, aunque en algunas ocasiones para realizar letras complejas como la f debemos realizar giros inversos, pero siempre el punto de partida es el mismo, la izquierda, aquí reside gran parte de la importancia de la orientación espacial y por tanto del esquema corporal en el desarrollo de la lectura y la escritura. Ya que además de seguir está direccionalidad concreta precisamos de orientarnos convenientemente en el espacio del papel.
En cuanto al trazo este dependerá más del desarrollo real de la coordinación visomotora, que será la que nos permitirá conseguir un tamaño adecuado, una regularidad en la letra, una continuidad en los ejes horizontales y verticales, ...
En cuanto se alteran la direccionalidad o el trazo, sea por el motivo que sea, es cuando nos podemos encontrar con la aparición de una disgrafía, la cual puede ser debida a diferentes elementos, ya sea del tipo habilidad funcional o bien a un mal aprendizaje de los aspectos previos a la escritura.


En un próximo artículo miraré de escribir sobre la orientación temporal y la capacidad de planificación en la escritura.

LOS JUEGOS TRADICIONALES EN LA ESCUELA

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Si consideramos el juego como un fenómeno inherente al niño, si tenemos en cuenta que el juego es uno de sus primeros lenguajes y una de sus primeras actividades, a través de las cuáles conoce el mundo que lo rodea incluyendo las personas, los objetos, el funcionamiento de los mismos y la forma de manejarse de las personas cercanas; no podemos excluir el juego del ámbito de la educación formal. Claro que aquí tendremos que tener en cuenta algunos aspectos siendo que la escuela no es el mismo espacio que el hogar o un lugar de juego abierto como puede ser el barrio donde los niños se encuentran a jugar en sus horas libres.

El aprendizaje escolar, a través de situaciones lúdicas es mucho más enriquecedor.

El juego es un espacio y un tiempo de libertad, donde "todo se puede", por ello las posibilidades de aprendizaje son incontables. Se aprenden modos de funcionamiento, formas de manejarse de las personas, se pueden ensayar roles, se explora y se experimenta con objetos desconocidos hasta el momento, se establecen nuevas relaciones y vínculos entre objetos, personas y el medio en general, se descubren los límites y posibilidades de cada uno y de los demás, etc.

En el proceso lúdico, los niños pueden descubrir múltiples procesos relativos al aprendizaje y la educación, podremos ver entonces momentos de asombro, descubrimiento, análisis, establecimiento de relaciones, similitudes y diferencias. A esto se le suman la fantasía y la creatividad que los niños desarrollan en los diferentes juegos tanto individuales como grupales, donde todo esto se potencia aún más por la red de interrelación e intercambio que se forma.

¿Qué son los juegos tradicionales?

Al hablar de juegos tradicionales nos referimos a aquellos juegos que, desde muchísimo tiempo atrás siguen perdurando, pasando de generación en generación, siendo transmitidos de abuelos a padres y de padres a hijos y así sucesivamente, sufriendo quizás algunos cambios, pero manteniendo su esencia. Son juegos que no están escritos en ningún libro especial ni se pueden comprar en ninguna juguetería

Los juegos tradicionales se pueden encontrar en todas partes del mundo. Si bien habrá algunas diferencias en la forma del juego, en el diseño, en la utilización o en algún otro aspecto, la esencia del mismo permanece.

Los juegos tradicionales parecieran correr el riesgo de desaparecer especialmente en las grandes ciudades y en zonas más industrializadas. Podemos ver por otro lado, que hay algunos resurgimientos de estos juegos, que se imponen ya sea por una determinada época del año o como por una moda que aparece y desaparece luego de un tiempo.

Dentro de los juegos tradicionales encontramos una amplia gama de modalidades lúdicas: juegos de niños y juegos de niñas, canciones de cuna, juegos de adivinación, cuentos de nunca acabar, rimas, juegos de sorteo, juguetes, etc.

Algunos de ellos a su vez están más ligados al sexo de los niños, siendo jugados exclusivamente por niños (bolitas, trompo, honda, etc.) y otros por niñas (la muñeca, hamaca, gallina ciega, etc.). A su vez algunos juegos están más ligados a determinadas edades, como por ejemplo las canciones de cuna y el sonajero para los niños más pequeños, y otros con reglas más importantes para niños más grandes que ya puedan comprender y respetar las mismas.

¿Qué características tienen los juegos tradicionales?

· son jugados por los niños por el mismo placer de jugar. Son los mismos niños quienes deciden cuándo, dónde y cómo se juegan,

· responden a necesidades básicas de los niños,

· tienen reglas de fácil comprensión, memorización y acatamiento. Las reglas son negociables,

· no requieren mucho material ni costo,

· son simples de compartir,

· practicables en cualquier momento y lugar.

¿Cuál es el interés o la importancia que estos juegos puedan tener en el ámbito educativo?

Son diferentes las razones por las cuales vale la pena mantener vivos estos juegos. A través de los mismos podemos transmitir a los niños características, valores, formas de vida, tradiciones de diferentes zonas, si acompañando los juegos contamos otros aspectos de los mismos, como por ejemplo qué juego se jugaba en determinada región y de qué manera.

Las posibilidades que brindan los juegos tradicionales son múltiples. En primer lugar el juego por el juego mismo, que, en la medida que le demos mayor cabida dentro del ámbito educativo, ya estaremos incluyendo un aspecto importante para la educación y desarrollo de los niños. Teniendo en cuenta que son juegos que tienen su origen en tiempos muy remotos, esto "asegura" de alguna manera que encontraremos los mismos en todas las generaciones y culturas. De esta forma, estamos frente a una vía de acceso a la cultura local y regional y aún de otros lugares, si nos interese, a través de la cual se podrán conocer aspectos importantes para comprender la vida, costumbres, hábitos y otras características de los diferentes grupos étnicos. A través de estos juegos podremos conocer historias propias y ajenas, acercando también generaciones.

No olvidemos por otro lado que no todos los juegos tradicionales serán novedades para los niños. Ellos conocen y juegan en más de una ocasión a algunos de estos juegos, quien sabe porque se lo contaron, porque lo han visto o alguien se lo ha mostrado.

Considero interesante el desafío de fomentar, favorecer y apoyar el juego activo, participativo, comunicativo y relacional entre los niños, frente a una cultura "de avanzada" que estimula cada vez más la pasividad aún corporal y la receptividad consumista frente a una imagen/pantalla.

Algunos juegos tradicionales posibles de incluir dentro del ámbito pedagógico institucional pueden ser: la pelota, el trompo, las bolitas, la mancha, el rango, el gallo ciego, la rayuela, rondas, yo-yo, la soga, juegos de hilo, etc. A su vez, varios de estos juegos tienen múltiples variaciones como la mancha, la rayuela, las diferentes rondas, la pelota y las bolitas.

Hay juegos que pueden permitir la estimulación y el desarrollo de la atención, la iniciativa, las destrezas y habilidades, los conceptos, toma de decisiones, respeto de reglas, creatividad.

Es importante considerar que los recursos a utilizar como medios para planear y desplegar actividades lúdicas deben despertar y mantener la motivación y el interés de los educandos en el logro de determinados objetivos, deben ser capaces de estimularlos para garantizar la participación activa de todos los alumnos.

El juego permite además la adquisición de conocimientos y el paso de lo concreto a lo abstracto, permite la formación del carácter y de los hábitos del niño, afirma su personalidad, desarrolla la imaginación y enriquece los vínculos y manifestaciones sociales.

Algunas recomendaciones para organizar juegos educativos

· Delimitar el aprendizaje esperado, o sea, los objetivos.

· Estudiar las metas y reglas del juego antes de su utilización.

· Preparar el material necesario en función del ambiente a utilizar, audiencia, número de participantes, escenarios, materiales, características de los participantes, tiempo, organización.

· Establecer y discutir las normas de comportamiento que regirán al grupo durante el juego.

· Elaborar los manuales que orienten la actividad tanto de los participantes como de los organizadores del juego.

· Dar las instrucciones del juego en forma breve, clara y precisa antes de iniciarlo.

· Aclarar y dar nuevas explicaciones antes, durante o después del juego, si es necesario.

· Reforzar lo aprendido a través del juego. Una manera de hacerlo es por medio de las actividades integradas que pudieran obligar a los participantes a reflexionar sobre las experiencias.

· Considerar, observar, medir y evaluar algunos rasgos de la personalidad de los jugadores que pudieran estar presentes en el desarrollo de la actividad.

· Evaluar los resultados parciales y finales en función de los aprendizajes obtenidos.



Juegos recomendados

Orientaciones para el trabajo del TDAH en el aula

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A partir de nuestro trabajo (Centre Giner) para la realización de la charla sobre TDAH y adaptaciones curriculares, elaboramos a partir de diferentes fuentes una serie de orientaciones que consideramos se deberian tener en cuenta en el abordaje del TDAH en el aula.
Ciertamente el trabajo del TDAH en el aula no es tan difícil si realmente se conoce como se debe realizar, aquí os proponemos una serie de pautas, organizadas por bloques:

DIDÁCTICA
  • Órdenes precisas y claras y en un lenguaje positivo.
  • Asegurarse realmente de que la instrucción o mensaje se ha entendido.
  • Explicaciones en clase que resulten motivadoras, dinámicas y que permitan la máxima participación del alumno.
  • Utilizar diferentes registros.
  • Repetición de instrucciones por parte del profesor.
  • Mantener contacto visual.
  • Evitar exceso de estimulación.
  • Explicar al niño lo que se espera de él.
  • Ser concretos en las demandas, si hace falta individualmente.

ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
  • Tener ordenado y organizado su espacio de trabajo (dar un tiempo diario si hace falta)
  • Supervisión frecuente por parte del adulto.
  • Organizar los horarios y posarlos en un sitio visible.
  • Utilización de la agenda para mejorar la organización personal y al mismo tiempo comunicación escuela familia.

ENTORNO DE AULA
  • Evitar estímulos distractores que estén situados cerca del alumno (murales, ventana...)Ubicación en la clase en las primeras filas.
  • Anticipar los cambios.
  • Ofrecer un entorno estructurado, con recordatorios, repeticiones ...

TRABAJO / ACTIVIDADES.
  • Combinar cortos periodos de atención con acción manipulativa.
  • Combinar diferentes formatos o tipo de actividades.
  • Dar más tiempo para la realización de las actividades.
  • Actividades cortas y secuenciadas, contemplando la posibilidad de que pueda moverse pasado un tiempo determinado.
  • Actividades ajustadas a sus capacidades.
  • Reducción de las actividades:"menos se más"
  • Permitir ratos y momentos de descarga física (por ejemplo participando en las rutinas o encargos de clase)
  • Permitir los movimientos del niño que no molesten al trabajo propio y ajeno.
  • Material atractivo, con predominio de contenido visual.
  • Estrategias de reflexión (Técnica STOP: paro,miro, decido, sigo, repaso)

EVALUACIÓN
  • Adaptar las estructuras y el formato del examen.
  • Destacar en el enunciado de las preguntas la palabra clave.
  • Reducir el número de preguntas.
  • Evaluación continuada dando importancia a la evaluación oral y al proceso.
  • Dar más tiempo para la realización de pruebas escritas.
  • Fijarse más en la calidad de la tarea que en la cantidad.

COMPORTAMIENTO
  • Formular normas y límites muy claras y precisas, a ser posible en positivo, así como las consecuencias.
  • Mantener unidad de criterios entre el profesorado
  • No castigar en exceso.
  • Utilizar el verbo "estar" que no el "ser"
  • Para evitar que se levante a menudo hay que recordar la norma antes de empezar la clase
  • Pactar con él una señal privada que le recuerde tal norma
  • Asegurarnos de que tiene todo el material disponible para hacer su tarea, decirle a menudo que se está comportando bien.
  • Uso de técnicas de control conductual.


Libros recomendados

Los padres y el Gabinete psicopedagógico

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Los padres encuentran hoy más difícil la tarea de la educación de sus hijos. Durante los años de la escolaridad obligatoria, comparten esta responsabilidad con la escuela y con los maestros.

Los cambios de la sociedad, que afectan tan profundamente a las familias y a la escuela, también inciden en el modo de concebir y llevar a cabo la educación de los hijos.

Dentro de las instituciones educativas, los cambios tienen que ver también con la incorporación de c ontenidos y saberes que son requeridos por las nuevas formas de organización económica y social y por la llamada revolución tecnológica en la nueva sociedad del conocimiento.

Por otra parte, solo una escuela abierta a la diversidad de los alumnos y al fenómeno de la pluriculturalidad, puede cumplir con las necesidades educativas de la sociedad actual.

La educación escolar debe, entonces, atender las diferencias y dificultades que se producen en el proceso de aprendizaje y debe ser capaz de generar estrategias y ayudas para que el proceso de apropiación de los contenidos culturales curriculares sea eficaz.

No todos los alumnos pueden lograr al mismo tiempo y de la misma manera los aprendizajes esperados. Solo una profunda comprensión de estas diferencias permitirá una actividad pedagógica eficaz. Así se podrá lograr la calidadde la educación, el respeto de la equidad y una promoción de igualdad de oportunidades educativas.

Los docentes, durante el proceso de su formación y con la capacitación docente continua, reciben las orientaciones básicas para el cumplimiento de su función. En la práctica pedagógica cotidiana, en las instituciones educativas se han creado equipos de ayuda y orientación, compuestos por profesionales de la psicología educacional y de la psicopedagogía. Estos equipos deben ofrecer ayuda también a los padres de los alumnos.

El Gabinete o Servicio de Orientación

Desde la década del 70, en Argentina se crearon Departamentos de Psicología Educacional y Equipos de Orientación Escolar, el campo de acción abarca desde el nivel inicial pasando por el nivel primario y medio.

Recién en la década del 90 se incorporaron gradualmente servicios de orientación al ingresante a carreras terciarias y tutorías para los alumnos que presentan dificultades en el aprendizaje.

La función principal del Servicio es favorecer, con los aportes de la psicología educacional y de la psicopedagogía, el pensar críticamente y apoyar la creatividad en el proceso de aprendizaje de los alumnos.

Esta función se cumple, además del trabajo específico con docentes y alumnos, con los padres, en general, bajo la modalidad de entrevistas concertadas. El diálogo entre las familias y los profesionales tiene una triple finalidad:

En primer lugar, colaborar con la prevención de las dificultades:

Esto se puede lograr siempre que se intercambie informaciones sobre características, situaciones y dificultades de los alumnos, incluyendo los aportes de la psicología y de la psicopedagogía.

También es importante favorecer la articulación entre los estilos de conducción familiar y la escolar, reflexionando sobre el impacto de los cambios en los padres, tales como el incremento de actividades fuera del hogar, limitación del tiempo de estar con los hijos, dificultades de estabilidad familiar, nivel de integración de la familia con otras familias del colegio, inseguridad sobre la forma de acompañar las tareas y el aprendizaje escolar, puesta de límites y sanciones, formas de incentivación, etc.)

En segundo lugar, tratar de lograr la detección precoz de problernas de aprendizaje y/o conducta: acordando la necesidad de una evaluación colectiva en el aula y/o en forma individual; para ello es indispensable comunicar a los padres los resultados de esta evaluación; sugiriendo cuando sea necesario una interconsulta a otros profesionales (médicos, neurólogos, fonoaudiólogos, psicomotricistas, psiquiatras, etc.)

Se considera necesario que los padres participen de entrevistas evaluativas conjuntas con docentes, directivos y personal psicopedagógico.

En tercer lugar, lograr la búsqueda de recursos para resolver las dificultades orientando a alternativas de conducción familiar o de los docentes que parecen más favorables o productivas, especialmente en lo que se refiere a hábitos de vida, de estudio y de convivencia; asesorando en la articulación de niveles el pase a primaria, el pase de ciclos, y el pase a secundaria; apoyando los proceso de adaptación e integración social de alumnos nuevos y de cualquier alumno que tenga una necesidad al respecto.

Lic. Edith Beatriz Burgos

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