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¿Qué es la fobia social?

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La fobia social se enumera dentro de los “trastornos de ansiedad”. En la fobia social, el miedo central  se basa en la evaluación negativa por parte de los demás (ej. hacer el ridículo, decir algo inapropiado..)
  Por ese motivo, evitan situaciones en las que se sientan requeridos a actuar en presencia de otra gente. No obstante, las personas con fobia social expresan, por lo general, su deseo de ser capaces de actuar adecuadamente con los demás.
La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación. De todos modos, la persona reconoce que este temor es excesivo o irracional.  

Cooperación vs. Competición

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El mundo en el que vivimos hoy es muy competitivo, se busca ganar, ser el primero, obtener el mejor resultado ¿es ésto bueno para los niños? ¿les ayuda a superarse?
Cuando hablamos de una educación no competitiva muchos padres y maestros afirman que ante un mundo retador, donde hay menos oportunidades, competir prepara los niños para la vida. Pero debemos preguntarnos ¿para qué clase de vida? ¿queremos para nuestros hijos una sociedad individualista dónde predomine la rivalidad o una dónde prevalezca la cooperación?
Es éste un tema que suscita gran interés y preocupación a la hora de pensar sobre cómo educar a nuestros hijos.
Las actitudes y valores se desarrollan desde la experiencia afectiva y cotidiana.
Implican, para su desarrollo, un proceso de interiorización y convicción personal.
Tiene que ver con reconocer la satisfacción, afecto y energía positiva que se moviliza en la experiencia de cooperación. Y también en la experiencia de superación y esfuerzo en la consecución de las propias metas
La competitividad no siempre es mala; entendida como afán de superación y poniéndonos como referencia a nosotros mismos y nunca a los demás, es positivo.
Ser competente no es un valor incompatible con ser cooperador o solidario.
Es importante preparar a nuestros hijos y alumnos para ser “competentes” en una sociedad que exige cada día mayor preparación y mejores rendimientos.
Los padres tenemos miedo de que no estén suficientemente preparados.
Favorecemos el individualismo aunque pensamos que para nuestros hijos es más enriquecedor todas aquellas actividades en las que se pueden relacionar con los demás. Compartiendo y cooperando en los trabajos de grupo.
Es importante ser competitivo “con uno mismo”, es decir, querer superarse uno mismo y ponerse metas más altas para sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Hay que intentar que esta competición consigo mismo, no suponga una competencia injusta con los otros.
Por cooperar casi todo el mundo entiende el trabajo en equipo.
Prevalece el ánimo de la cooperación ante la competitividad aunque a veces esto se queda en la teoría.
A ser solidario y a cooperar se aprende, aún cuando hay un componente que cada uno trae consigo y son referentes importantes los padres y educadores.
Importancia del trabajo en equipo desde la escuela como medio de adquirir responsabilidad y respeto a las diferencias y la capacidad de integrarlas dándole su espacio y resaltando la importancia de todos.
Importancia de hacer ponerse a los niños en el lugar de...para entender sus sentimientos, sus frustraciones y en general sus actos.
Para que los niños aprendan a cooperar , tenemos que educarles cada día, las actitudes o hechos aislados no sirven.
Los niños aprenden de los adultos y somos conscientes de la importancia de nuestras propias actitudes competitivas y solidarias.
Es muy importante que los niños se sientan queridos, que reciban muestras de cariño y se sientan valorados como reforzador de la estima personal y la valía de los demás.
En la realidad escolar, las notas pueden ser un elemento que contribuya a la tendencia a compararnos unos con otros, y a hacer de la diferencia un factor de competitividad más que de sana competencia con uno mismo. El adulto puede en gran medida reconducir esta interpretación.
En el ámbito de deporte escolar se pone de manifiesto la importancia que tienen los entrenadores para potenciar y educar correctamente en valores positivos relacionados con la competición y cooperación.
Es muy compartida la opinión de que la integración de niños con discapacidad es un factor de enriquecimiento, especialmente para sus compañeros. Colaborar con estos niños nos predispone positivamente hacia el respeto y aceptación de las diferencias, siendo éste un camino en el que todavía quedan muchos retos por superar.

Si tenemos dudas, debemos tener en cuenta que los estudios especializados señalan que quienes tienen mayor éxito en la vida personal y laboral no son, por lo general, los primeros en su clase o en el deporte, sino aquellos que establecen relaciones sólidas, comprenden la importancia de trabajar en equipo, son capaces de motivarse aún en situaciones difíciles y pueden demorar la gratificación persistiendo en el esfuerzo por encima de las circunstancias; características éstas que no desarrollan las personas formadas sólo para competir.

Inteligencia Emocional: La necesidad de aprender a “sentir” y “compartir” juntos

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Los problemas que comúnmente detectamos con respecto al mundo emocional y social en las escuelas que atienden a adolescentes los podemos clasificar teniendo en cuenta la relación entre los estudiantes, entre ellos y los profesores y cómo ellos creen que los profesores los consideran.

Entre los estudiantes hay muchas veces dificultades de integración. Esto puede estar presente cuándo ingresa un alumno nuevo proveniente de otra escuela, cuándo se producen antagonismos entre compañeros lo que lleva a que se sienta perturbado el aprendizaje y la convivencia en el aula, algunos alumnos pueden sentirse perjudicados con esa situación. Muchas veces se observan celos y rivalidad entre los distintos subgrupos de una clase o entre alumnos de distintos cursos y diversas edades.

Es frecuente en algunos establecimientos educativos encontrarnos con episodios de violencia en forma física o verbal, con hostigamientos, estigmatizaciones y aislamientos de uno o varios sujetos con respecto al grupo mayor de la clase.

En cuánto a la cuestión de género, es frecuente observar que los adolescentes tienen ciertas dificultades al momento de reconocer la expresión y la aceptación de los aspectos emocionales de cada uno de los sexos, que pueden ser diversas.

Con respecto a la relación entre los adolescentes y sus profesores, muchas veces encontramos “quejas” de los alumnos cuándo sienten que el docente no los acompaña, no los comprende en su camino hacia la apropiación de los conocimientos específicos de las materias, cuándo les resulta dificultosas de comprender.

Pero es importante rescatar, la valoración positiva por parte de los alumnos hacia aquellos docentes, que sienten que se preocupan por su rendimiento y las situaciones personales que los afectan.

Muchas veces se produce una falta de empatía del alumno hacia el docente o del docente hacia el alumno, que hace que los primeros digan: “no me llevo bien”, “la/el profesor me tiene de punto” y en cuánto al profesorado que se manifieste el tan nombrado “malestar de la profesión”.

Con respecto a la relación entre el personal docente, es importante que se viva un clima de buen humor y alegría así como también un ambiente de libre y cooperativo trabajo.

¿Somos concientes de la importancia y necesidad de la educación emocional de nuestros alumnos?

Desde mi punto vista, es fundamental que se tengan en cuenta la educación emocional de todas las personas que conviven y trabajan en los colegios. Los aspectos emocionales de los jóvenes pueden ser tenidos en cuenta cuándo se los escucha, se los respeta, se los estima, cuándo se le realizan festejos, salidas, convivencias, jornadas con temas de interés para la etapa adolescente etc.; pero fundamentalmente en el clima que se vive desde que uno ingresa a la institución y en el trascurso de toda la jornada escolar.

En cuánto a la situación de aula, pareciera que es más importante la educación intelectual, a través de las distintas disciplinas. De hecho es importante para que el adolescente se apropie de nuestra cultura, pero sería interesante atender a las necesidades emocionales de los alumnos y educarlas; dejando de verlos como simples “cabezas pensantes” y considerando que también son un cuerpo con un corazón que siente y late y que cuándo cuerpo, mente y sentimiento van unidos es mucho más placentero el aprender.

Algunas iniciativas como el trabajo de acompañamiento psicopedagógico, la presencia de profesores consejeros o tutores en las aulas, pueden acrecentar la conciencia de la importancia de apostar a la educación de las emociones en los jóvenes. La escuela debe ser contenedora de alumnos, padres y del personal profesional docente que trabaja en ella.


¿Aceptamos que la educación de las emociones debe estar presente en nuestras clases?

En general, en los lineamientos curriculares de las escuelas medias de la República Argentina, predominan los contenidos cognitivos, aparecen también los valorativos pero todavía no están tan presentes la educación de las emociones.

En las clases, no es tan fácil comprender y atender las necesidades y posibilidades de la educación de las emociones.

No obstante hay muchas materias que se prestan especialmente para la educación emocional como lo son: educación ciudadana, psicología, historia, literatura, periodismo, política, geografía, etc. sin dejar de considerar que la educación emocional tiene que estar presente en todas las materias que tienen los adolescentes porque en realidad, la educación emocional no es privativa de una asignatura sino que las puede atravesar transversalmente a todas.

Los obstáculos que pueden encontrarse en la escuela son en primerísimo lugar, como dije anteriormente, que en la tradición escolar y en la formación docente no se han tenido en cuenta suficientemente la educación emocional.

La educación emocional, tal como la plantea Daniel Goleman, consiste en primera instancia en que docentes y alumnos lleguen al reconocimiento de sus estados emocionales, luego que aprendan a controlar sus aspectos impulsivos y aprovechar la sana energía de las motivaciones emocionales.

Este desconocimiento de la existencia de la inteligencia emocional hace que muchas veces no se tengan en cuenta las habilidades intrapersonales, o sea al interior de cada uno de nosotros, como lo son el autoconocimiento, la autoestima y la motivación. También como sujetos tenemos habilidades interpersonales, o sea, cada uno de nosotros en relación con las personas que nos rodean e interactuando con ellas. Con respecto a esta última habilidad deberíamos desarrollar la competencia en cuánto a comprender a los demás por la empatía y desarrollo de habilidades sociales.

¿De qué manera podríamos trabajar la educación emocional docente?

A través del trabajo institucional sobre lecturas de material teórico y experiencias prácticas docentes.

A través de “Talleres de reflexión grupal”.

A través de “Cursos de capacitación” específicos acerca de la inteligencia emocional.

¿De qué manera podríamos trabajar la educación emocional de los alumnos?


Sería interesante realizar algunas experiencias con propuestas de trabajo que permitan a los alumnos aprender las estrategias necesarias para una educación emocional, algunas de ellas podrían ser:

El conocimiento de sus propias emociones.

Reflexiones con los docentes sobre sus expectativas, miedos, relaciones con compañeros y docentes, su rendimiento y calificaciones escolares, los señalamientos y correcciones de disciplina y convivencia.

La capacidad de controlar sus emociones.

Aprender a expresar verbalmente las propias emociones.

Pensar caminos “alternativos” en situaciones de impulsividad que los lleven a expresarse con el diálogo y la mediación en lugar de poner el cuerpo y la agresión.

Aceptar y ensayar conductas reparatorias y de reconciliación.

La capacidad de motivarse a sí mismo.

Trabajar para elevar la autoestima y la confianza en las posibilidades escolares y sociales de nuestros alumnos.

Ofrecer posibilidades de recuperación de tareas, contenidos, objetivos, transgresiones de convivencia, etc.

La capacidad para reconocer y aceptar las emociones de los demás.

Comenzar con el reconocimiento de las propias emociones.

Aprender a percibir al otro a través de su comunicación no verbal, como lo son las expresiones faciales, los gestos y las actitudes corporales.

Acompañar en situaciones difíciles de la familia como lo son las enfermedades, duelos, desempleo, dificultades económicas o conflictos familiares.

La capacidad para desarrollar la empatía: ponerse en el lugar del otro.

Aceptar que somos distintos.

Evitar los prejuicios sobre los demás ya sea por las condiciones físicas, género, familia, nivel social y cultural.

Ser cuidadoso en la valoración de conductas y rendimientos evitando enjuiciar a la persona.

Mantener siempre un margen de duda sobre las propias percepciones de los demás.

Desarrollar la capacidad de escucha.

Cultivar la esperanza y la confianza en el otro, apostar al “siempre se puede”.

El control de las relaciones de comunicación interpersonal.

Propiciar actitudes de simpatía, solidaridad y tolerancia.

Respetar las manifestaciones de la otra persona sobre sus intenciones.

Buscar espacios de diálogo y ayuda para la superación de conflictos.

Por Edith Beatriz Burgos

PROGRAMA DE HABILIDADES SOCIALES Y EMOCIONALES PARA LA ESCUELA

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Publico este artículo a nombre de Eduard Hervás (Psicólogo, eduardhervas@gmail.com), podeís encontrar más artículos suyos en su blog


SENTIMIENTOS Y EMOCIONES

El mundo de los sentimientos y las emociones es muy importante, porque está a la base de nuestro comportamiento como personas y, por ello, a la base del funcionamiento de familias y parejas. Hay quien dice que lo que se ha llamado normalmente "Inteligencia" es simplemente lo que miden los tests de inteligencia. Se compone de una serie de factores que tienen que ver con capacidades verbales y no verbales: memoria, razonamiento abstracto, percepción, procesamiento de la información, solución de problemas, capacidades visuales y motóricas. Como un resumen de todos estos factores está el superfactor que se denomina de inteligencia general. Siempre se había pensado que las personas más inteligentes serían las que triunfarían en la vida, pero no es así, y después de muchas investigaciones se ha demostrado que el éxito en la vida no está determinado por el coeficiente de inteligencia ni por las notas que se sacan en la escuela o en la Universidad, sino por otros factores. Y todos estos factores són los que conformarían lo que los entendidos llaman inteligencia emocional. Hay cinco grandes factores que determinan la competencia emocional de las personas:
  • Auto-conocimiento: Identificación de los propios sentimientos, saber qué se siente y por qué.
  • Autocontrol: Saber manejar los propios sentimientos y poder recuperarse de los sentimientos que son negativos.
  • Motivación: Ser aplicado, no desanimarse cuando no sale una tarea
  • Empatía: Entender lo que sienten las otras personas, ponerse en el lugar de los demás.
  • Habilidad Social: Orientarse en relación a las otras personas, y saber implicarse con ellas.
Todos estos factores son los que conforman lo que se entiende por inteligencia emocional. Las personas que dominen estos factores tendrán muchas más posibilidades de "tener éxito" cosa que puede tener mucho que ver con "ser feliz". Está claro que la base de la Educación Emocional es la familia. Las niñas y los niños aprenden a vivir en casa, según se comportan su padre, su madre, sus parientes... Pero también hay que tener en cuenta que la Escuela -y especialmente en la Educación Infantil y la Primaria- debe plantearse también como objetivos educativos los objetivos de la educación emocional. Los niños y niños pueden aprender diferentes manera de reaccionar, de entender a las otras personas y de entenderse a si mismo/a, y la escuela también deberá asumir ésta enseñanza/aprendizaje porque, como he dicho antes, estos factores emocionales son los que marcarán el futuro de estas pequeñas personas.

EL CAMINO, PROGRAMA DE HABILIDADES SOCIALES Y EMOCIONALES EN LA ESCUELA
Se trata de un conjunto de materiales (una historia, una metodología, unas láminas de dibujo y un material de evaluación) para hacer posible un entrenamiento de diferentes habilidades sociales y emocionales. Se aprovecha la narración de un "viaje iniciático" de un grupo de niñas y niños, que van a salvar su País del hechizo de un brujo llegando al "País de los Mil Colores" por indicaciones de un pájaro mágico...

El programa consta de 12 sesiones, en la primera de las cuales se plantea la historia y en la última un resumen de la aplicación de todas las habilidades. Las sesiones deben prepararse de una forma dinámica y motivadora, consiguiendo que los niños y niñas de la clase se introduzcan en la dinámica del viaje. La narración de lo que les va pasando da pie al entrenamiento de las habilidades necesarias para poder seguir el camino.

Al acabar el viaje habrán conseguido de diferentes maneras lo que el pájaro los había indicado: un círculo rojo. El mismo camino dibujado al mapa es un círculo rojo. Pero lo más importante es que al acabar el camino los niños y las niñas han cambiado y por eso ha cambiado todo su pueblo. Los materiales necesarios se indican en cada sesión para ir dando ambiente a la narración del cuento.

Normalmente serán los personajes que van apareciendo y algún otro elemento complementario. Los elementos se presentan como dibujos, pero pueden utilizarse elementos naturales o hechos a propósito. Habría que ambientar la clase o el lugar donde se realizar la actividad, y aquí tiene mucho tiene mucho que decir la imaginación del profesor o profesora. Desde la primera sesión se colgarán las partes del mapa para ir completando un mapa del camino que va haciéndose, para que el alumnado pueda tener presente la historia. Este mapa, que irá completándose sesión a sesión, sería necesario que se colocara en una pared de la clase.

Narración del texto: El texto que se propone es un texto abierto que debería ir adaptándose a la realidad de cada clase, tanto a nivel de lenguaje, mayor o menor concreción o desarrollo de las actividades, etc. Es necesario que al comienzo de cada sesión se haga entre todos un resumen del que ha pasado antes en la historia, aprovechando el mapa y el camino marcado

Como puede ser difícil tener 12 sesiones semanales seguidas, será necesario que al reiniciar el programa después de alguna de las vacaciones se haga un resumen de lo que había pasado antes. Las 12 sesiones de trabajo son:
  1. Monstruos, Ratones Y Personas.
  2. Saludar Bien
  3. Decir Y Escuchar Cosas Bonitas
  4. Quejarse
  5. Decir Que No
  6. Presentarse
  7. Preguntar Por Qué
  8. Dar Las Gracias
  9. Pedir Que Hagan Algo Por Ti
  10. Defender Tus Propios Derechos
  11. Iniciar Y Seguir Una Conversación
  12. Conclusión
Actividades: Las actividades enunciadas son también indicativas y flexibles, pudiéndose perfectamente modificar según las necesidades y la evolución de cada grupo de alumnos. Es interesante que entre sesión y sesión se utilicen los materiales del cuento, para dibujar, pintar, dramatizar, etc. Y que las habilidades que vayan aprendiendo se pongan a la práctica a clase de una manera constante.

Evaluación: Hay que hacer un seguimiento de cada sesión, para evaluar el programa como tal y poder hacer enmiendas y nuevas propuestas para posteriores aplicaciones.

COMO ACCEDER a los MATERIALES: En caso de que esteis interesados en la aplicación de los materiales podéis mandarme un correo electrónico y os los haré llegar, o intercambiamos ideas sobre el tema.

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