A menudo oimos hablar de la lateralidad como un aspecto importante para el correcto desarrollo de los aprendizajes y así es. El establecimiento de la lateralidad implica el asentamiento de un lado del cuerpo en la realización de la mayoría de tareas, esta dominancia se establece en 4 partes importantes de nuestro cuerpo siendo estas el ojo, la mano, la pierna y el oído. En nuestra sociedad la mayoria somos diestros, la cual cosa no implica que el hecho de ser zurdo pueda implicar la presencia de dificultades a nivel de aprendizaje, aunque resulta importante tener en cuenta que el tipo de escritura que realizamos está pensado, por su direccionalidad, para personas diestras y este hecho implica ciertas incomodidades para los zurdos, (como podemos ver en la fotografia, a menudo deben adoptar posiciones incomodas para poder ver aquello que escriben) al igual que muchos de los mobiliarios escolares.
En el único aspecto en el que es recomendable que se establezca unicamente una dominancia diestra es en oído, aunque el resto de las dominancias sean zurdas, esto es debido a que el procesamiento de la información auditiva es más eficaz desde el oído derecho, mientras que desde el oído izquierdo este procesamiento de la información resulta más lento y por tanto menos eficaz.
El establecimiento de una lateralidad bien definida implica que el niño y la niña puedan tener unos referentes corporales más claros, facilitando de este modo el dominio del esquema corporal y de este modo la orientación espacial que resulta tan importante en el desarrollo del aprendizaje de la lectoescritura.
En el estudio de la lateralidad resulta fundamental distinguir entre las tareas aprendidas y las tareas innatas, puesto que en algunas ocasiones l@s niñ@s copian de otras personas la preferencia manual en las tareas de lectura y escritura, mientras que en otras tareas de tipo más innato como sean abrir una puerta, coger las cosas peinarse, ... utilizan la mano contraria, pudiendo haberse equivocado de este modo al utilizar la mano no dominante en tareas de aprendizaje.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta en el estudio de la lateralidad consiste en distinguir entre dominancia ocular motora y dominancia ocular sensorial, puesto que de lo contrario, valorando tan solo la dominancia ocular motora podemos realizar diagnósticos erroneos de lateralidad cruzada. La dominancia ocular motora es aquella que nosotros escogemos de forma innata para realizar acciones como por ejemplo mirar a traves de un tubo o un calidoscopio o mirar a lo lejos a traves un hueco. En cambio la dominancia ocular sensorial es la más importante en relación al aprendizaje, ya que es la que guia los procesos de percepción, conviene tener en cuenta que para la valoración de esta dominancia deber estar correctamente configurada la binocularidad.
El establecimiento de una lateralidad bien definida implica que el niño y la niña puedan tener unos referentes corporales más claros, facilitando de este modo el dominio del esquema corporal y de este modo la orientación espacial que resulta tan importante en el desarrollo del aprendizaje de la lectoescritura.
En el estudio de la lateralidad resulta fundamental distinguir entre las tareas aprendidas y las tareas innatas, puesto que en algunas ocasiones l@s niñ@s copian de otras personas la preferencia manual en las tareas de lectura y escritura, mientras que en otras tareas de tipo más innato como sean abrir una puerta, coger las cosas peinarse, ... utilizan la mano contraria, pudiendo haberse equivocado de este modo al utilizar la mano no dominante en tareas de aprendizaje.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta en el estudio de la lateralidad consiste en distinguir entre dominancia ocular motora y dominancia ocular sensorial, puesto que de lo contrario, valorando tan solo la dominancia ocular motora podemos realizar diagnósticos erroneos de lateralidad cruzada. La dominancia ocular motora es aquella que nosotros escogemos de forma innata para realizar acciones como por ejemplo mirar a traves de un tubo o un calidoscopio o mirar a lo lejos a traves un hueco. En cambio la dominancia ocular sensorial es la más importante en relación al aprendizaje, ya que es la que guia los procesos de percepción, conviene tener en cuenta que para la valoración de esta dominancia deber estar correctamente configurada la binocularidad.
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