Para proseguir con el proceso de aprendizaje, hemos de
realizar la síntesis o resumen del texto, realizándolo después de la lectura y
el subrayado.
La síntesis es una actividad necesaria que nos ayuda a
entender e interpretar aquello que hay que aprender.
Para poder realizarla adecuadamente se han de tener en
cuenta una serie de características:
- Ha de ser breve y concisa.
- Inteligible: el contenido se ha de poder entender.
- Íntegra y completa: ha de aparecer todo aquello que es importante.
- Precisa y exacta: se han de ver claramente las diferentes ideas.
- Jerárquica: se han de presentar las diferentes ideas de manera organizada y estructurada.
Pero para ello es necesario realizar primero una lectura
activa y un buen subrayado tal y como se expresó en el artículo de Técnicas de Estudio: el Subrayado.
Dicho esto, entendemos el resumen como una exposición breve
y concisa, que ordena y recoge las ideas básicas del texto y los puntos más
destacados realizados con el subrayado.
De modo que debemos condensar el texto de forma selectiva.
El resumen tiene como principales ventajas facilitar:
- - La comprensión,
- La reflexión y la valoración de los contenidos,
- La organización y estructuración de las ideas,
- La memorización y
- La exposición del contenido.
Cuando realizamos la síntesis, ésta puede contener
estrictamente el contenido del texto y se pueden añadir comentarios personales
que faciliten el entendimiento e interpretación del mismo.
Es necesario que el texto tenga sentido y presente una
cierta unidad y coherencia.
Así pues, el resumen debe adoptar la forma de una redacción
donde no se dé por sobreentendido nada. Por lo que debe ser breve pero sin
omitir datos e informaciones importantes.
Fuente:
Ballenato,
G. (2010). Técnicas de estudio. El aprendizaje activo y positivo. Madrid:
Ediciones Pirámide
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