En este artículo, queremos presentar algunas estrategias de comunicación,
que pueden ser muy útiles a niños que presentan dificultades en el
desarrollo del lenguaje, como a niños que no. Se trata de una guía
de actuación para promover la estimulación del lenguaje en situaciones
cotidianas del infante, desde las cuales se puede sacar mucho provecho. Presentamos una pequeña muestra de todo lo que
se puede hacer en casa.
- Dar un modelo correcto de lenguaje.
- Compartir juegos, a través de éstos establecemos conversaciones.
- Dedicar tiempo a hablar y a jugar con él (periodos cortos, 10-20min, para no fatigarlo y que esté concentrado). SIN TV, NI DISTRACCIONES. Seguir su iniciativa.
- Las situaciones deben ser naturales, no forzadas (se pueden aprovechar las horas de las comidas y la del baño). (A parte de aquellos 10-20min de juego).
- Fomentar el juego simbólico.
- Jugar a imitar sonidos de animales y/o objetos. Aprender adivinanzas, canciones que trabajan en la clase (trabajar el ritmo).
- Mantener conversaciones sobre cosas concretas que pasan, que han pasado y que pasarán (mirar fotografías, libros y películas que faciliten la conversación).
- Explicarle cuentos haciendo que él participe.
- Anticiparle actividades que se tienen que hacer buscando las motivaciones para que las haga.
- Que hable (y hablarle) poco a poco y de forma clara (sin romper la naturalidad del tono y la prosodia de la conversación).
- No presionarlo para que hable o pronuncie todo correctamente. Corregirlo de manera indirecta (pronunciando correctamente lo que ha dicho, alargar sus intervenciones añadiendo más elementos, etc).
- En todo caso, marcar o exagerar ligeramente la pronunciación de los sonidos que diga mal o que no pronuncie.
- Escucharlo, darle tiempo para que explique o responda cuando se le pregunte algo.
- Marcar los turnos de comunicación y que los respete.
- Explicar las cosas de manera ordenada.
Estas orientaciones, como
ya hemos comentado, son una pequeña muestra de todo lo que se puede aprovechar
para estimular al niño. Nos puede ser muy beneficioso tanto a los padres
y a los niños, como a los Logopedas, ya que debemos tener en cuenta
que si la familia colabora en el tratamiento su evolución
es mucho más positiva y rápida.
¡¡Ahora sólo nos hace falta ponerlas en práctica
y ver los resultados!!
Sara López Toledo (Logopeda del Servicio de Logopedia a Domicilio)
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