¿Por qué no puedo portarme bien?

¿Qué es portarse bien? Realmente creo que merece la pena que nos lo preguntemos, porque es muy frecuente que a nuestra consulta de Psicología lleguen padres que preguntan ¿pero por qué mi hijo no puede portarse bien?, ¿llegará a portarse bien algún día? Pero lo más interesante es que también muchos niños expresan que no pueden portarse bien o nos hacen la pregunta ¿por qué no puedo portarme bien?

Hoy en día las dificultades que muchos niños enfrentan en la proyección de su conducta, resulta una preocupación importante de muchas familias y de la comunidad educativa en general. Para los adultos significativos el comportamiento bueno o malo de los niños, va a estar determinado por el tipo de conductas que los niños presentan que pueden ser esperadas o no esperadas por ellos. Permítanme subrayar lo relativo a las conductas esperadas o no por el adulto, ya que el comportamiento de un sujeto puede ser leído desde diferentes ópticas y por ello portarse bien o mal puede ser un término con una gran carga de subjetividad. Entonces un niño se porta bien o mal en dependencia a cómo se evalúe, cual es el valor de referencia y las circunstancias en la que se da la conducta.

Los problemas de conducta son la proyección de un comportamiento perturbador. El comportamiento perturbador no tiene significación por sí solo, sino que se trata de un síntoma externalizado que esconde un conjunto de signos que no tienen por qué ser patológicos y que determinan dichas conductas. De ahí que su origen puede ser diferente para cada individuo a pesar de que el comportamiento sea en muchas ocasiones el mismo.

La mayor parte del comportamiento de cualquier sujeto, considérese o no un problema de conducta, es aprendido, mantenido y regulado por los efectos del medio. De esta manera podemos entonces entender cómo se adquieren muchas de las conductas inadecuadas. Entonces aparece un hálito de esperanzas para padres y maestros de niños con dificultades de conducta: la conducta inapropiada que ha sido aprendida, puede ser desaprendida o modificada. Y suponiendo que el problema esté causado por un déficit o trastorno, la conducta puede ser adquirida por entrenamiento.

Es importante tomar en cuenta que en el caso de niños con TDA-H, Trastorno Oposicionista y otros trastornos con un origen orgánico en ocasiones no va a ser suficiente el trabajo de modificación de conductas o de aprendizaje de otras nuevas, sino que deberán emplearse estrategias que al reconocer la cronicidad del sustrato conductual, empleen además, estrategias encaminadas a reducir la ocurrencia de esas conductas y centrarse en el trabajo de prevención de estos comportamientos , reduciendo o cambiando las condiciones que dan lugar a estas conductas y disminuyendo la duración e intensidad de las mismas. Unido a ello será importante propiciar las condiciones para que aumenten las probabilidades de tener conductas apropiadas.

Por ello la insistencia de que en el trabajo con los niños con TDA-H, el ambiente no es un invitado ocasional, sino que va a constituirse en el elemento esencial del proceso de intervención.

Un enfoque que refuerza esta idea lo encontramos en los trabajos que realiza el Grupo Albort y su equipo de colaboradores cuando analizan, que si bien el déficit de atención o el déficit de atención con hiperactividad son condiciones neurobiológicas, devienen trastorno, cuando los síntomas no encuentran una respuesta adecuada en el entorno social e impactan las relaciones del sujeto con su familia, la escuela, el grupo de pares o su estabilidad personal. La calidad de vida de las personas con TDA-H depende de las habilidades de los adultos significativos con los cuales interactúa el niño, para ofrecerles un entorno suficientemente estructurado que permita la máxima autonomía, y a la vez minimice aquellas condiciones que los induzcan a realizar conductas inapropiadas y los predispongan a la falta de autorregulación.

La premisa fundamental para lograr conductas apropiadas en los niños tengan o no TDA-H, es ofrecer un entorno seguro. ¿Qué implica un entorno seguro? Un lugar donde haya un orden, rutinas y reglas porque ellas proveen una estructura, un marco de acción, un encuadre que permite perfilar lo negociable y lo no negociable, lo que puedo y no puedo hacer, el momento metafóricamente hablando, de activar los frenos. ¿Qué aprende un niño al ponerle límites adecuadamente? El niño aprende valores, aprende a comportarse de forma segura. Los límites les permiten aprender a organizarse, a tener buenos hábitos que los ayuden a vivir mejor. Aprende a confiar en el adulto, pues este lo respeta, lo cuida y le atiende.

No menos importante para lograr un entorno seguro, es la consistencia. Ser consistente es por un lado lograr unidad de objetivos acerca de cómo proceder en cuanto a la conducta por parte de los adultos significativos, o sea qué comportamientos se esperan y cuándo y por el otro, la firmeza para eliminar interferencias y situaciones que impidan que lo que esperamos del niño se dé en cualquier momento, lugar y condición. Las discrepancias entre los padres o entre los maestros, desestabilizan, confunden al niño, ¿por qué hoy no puedo hacer tal cosa y ayer sí?, le digo a mi mamá ya que mi papá dijo que no, a ver si lo logro, pruebo fuerzas, total a veces se cansan…
El establecimiento de consecuencias a las conductas también constituye una garantía para un entorno seguro. Al estructurar límites es importante pensar en las consecuencias de su cumplimiento o incumplimiento. Las consecuencias son una forma efectiva de enseñar a los niños a que tomen la responsabilidad por sus decisiones, acciones y compromisos porque es necesario asegurarse que el niño sabe lo que ha hecho mal y lo que no debe volver a hacer y ayudarle a encontrar formas de evitar esas conductas inaceptables.

Por último en este sistema los padres deben estar con los hijos sin condición. Comportarse de forma coherente a lo exigido, pues con el ejemplo también se enseña, por lo que han de ser consecuentes con el modo habitual de hacer en casa. Además ser firmes y coherentes, pues si se cede, después costará mucho más retomar nuevamente el respeto de esas normas. Es necesario que adopten una mentalidad flexible que permita ir adaptando esas normas a la situación, al momento y edad concreta del niño. Pero sobre todo deben garantizar que exista un buen clima familiar, de afecto y cariño para que los niños sientan la seguridad que necesitan para trabajar para el mejoramiento de su conducta.































8 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias por tu log, tengo un nieto de tres años con deficit e Hiperactividad.
No tenemos diagnostico aun, aunque el caso parece claro.

muchas grcias
un abrazo

Nieves Herrera Conde dijo...

Gracias Sonia por comunicarte.
El niño aún es pequeño, busca a alguien con experiencia para la valoración porque a esta edad los síntomas pueden confundirse. Sería preferible si pueden esperar a que cumpla 4 años.
En este blog colaboro y me da mucho gusto, pero mi blog es http://herreraconde.blogspot.com
Un abrazo

Programa Psirculo dijo...

Hola que tal, nosotras somos estudiantes de la carrera de psicología de la universidad anahuac de cancun y tenemos un programa de Radio los Lunes a la 1:00 pm en www.radioanahuaccancun.com y se nos hiso muy interesante su blog por lo que los agregamos, y bueno para lo que se les ofezca. Nosotros les estaremos mandando saludos porque son una fuente de información muy padre. Gracias, atte: Programa Psirculo.

Nieves Herrera Conde dijo...

Gracias por el comentario y por contactarme.
Ya les envié un correo para presentarme, porque tambien vivo en Cancún.

Un abrazo

Unknown dijo...

Hola, mi nombre es Florencia Bellomo, soy estudiante de 4to año la carrera psicopedagogía (Arg.). Leí el artículo publicado y me pareció muy interesante, más que nada lo que propone sobre la estructuración de los niños. Considero que es una de las maneras de lograr una buena adaptación, suele pasar que en el momento que nos toca vivir, padres y madres trabajan full time, sin lograr que los niños tengan una rutina diaria que respetar En algunos casos, son criados con empleadas domesticas quienes no tienen la autoridad para poner limites (lógicamente), y los padres llegan a consultas psicológicas, neurológicas, psiquiátricas o psicopedagógicas solicitando una medicación que logre regular las malas conductas, sin tener en cuenta que esta medicación de no ser necesaria tiene consecuencias no muy favorables. Es por eso que en primer lugar considero muy importante agotar recursos para poder definir si el niño tiene o no problemas de conductas realmente, logar saber si las causas son por falta de límites, estructura, AMOR, contención, etc o si se trata de un problema neurológico.
Y por ultimo, tener siempre en claro que es responsabilidad del adulto llegar a l diagnostico verdadero y no acudir a la comodidad.
Muchas gracias por permitirme expresar y bueno el blog.
Saludos.

Carlos Farias dijo...

Hay que descartar otras condiciones en el TDAH, no sea que se esté padeciendo de trastornos como el Síndrome de Asperger.
Otra razón para que los niños se "porten mal" es el hecho de tratarlos con demasiada severidad.

Sandra dijo...

Hola. Me pareció MUY BUENO y CLARO el artículo.
Soy docente, pero por sobre todas las cosas soy mamá de un niño de 12 años que desde hace ya 1 año y medio fue diagnosticado con TGA.
Allí comenzó mi "Camino" largo y dificil, para todos en la flia. pero por sobre todo para Tomy y para mí.
Fuimos a varios psicólogos , una psiquiatra, psicólogo que hace TCC, nos ayudó a todos , superó sus ataques de pánico pero ahora está muy agresivo, muy desafiante ante la figura del adulto, y si es mujer peor...
En fin es largo de contar...Ahora está medicado y haciendo terapia Vamos el papá, él y yo.
No vemos muchos cambios...
Gracias por la información.
Excelente el blog.
Saludos.

Unknown dijo...

Hola mi nombre es kimberly quiero que me ayuden a portarme bien yo no he cambiado y me porto mal todos los días hasta que mis padres me quitan él teléfono ayudemen please

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