¿Quiénes evalúan la visión? Diferencias entre Optometristas y Oftalmólogos

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Los profesionales encargados de evaluar todo lo relacionado con la visión son los Oftalmólogos y los Optometristas.

De siempre, entre oftalmólogos y optometristas, en muchas partes del mundo, ha habido “diferencia de opiniones”, como me supongo que hay entre arquitectos y aparejadores o arquitectos técnicos, con la diferencia de que Optometría no es la carrera técnica de Oftalmología, ni el trabajo de los optometristas depende del de los oftalmólogos. Son carreras independientes, con finalidades y campos de evaluación diferentes.

Para muchos oftalmólogos, los optometristas sólo somos los que vendemos las gafas a sus pacientes después de que ellos los gradúan, o los que graduamos cuando los médicos tienen lista de espera muy larga (como en la Seguridad Social en España). Muchos de ellos seguramente siempre nos han considerado “su hermana pequeña” en inferioridad de conocimientos. Y nosotros siempre les hemos considerado los “malos”, porque muchos no respetan nuestro trabajo.

Sencillamente cada uno tenemos modelos de visión diferentes, con conocimientos diferentes. Cada uno abarcamos áreas de la visión distintas, por tanto, todos deberíamos respetarnos unos a otros y no meternos donde no sabemos.

En pocas palabras, los oftalmólogos evalúan la sanidad de la visión y nosotros, los optometristas evaluamos la funcionalidad de la visión.

Me explico:

Oftalmólogos

El oftalmólogo, como médico, está especializado en comprobar si los ojos y la vía visual están sanos. Y en el caso de cualquier enfermedad, recetar el fármaco que sea necesario o practicar una cirugía para conseguir la mejor cura.

Cierto es que ellos también prescriben gafas graduadas. Pero aunque no quiero generalizar, muchos de ellos están el mismo tiempo graduando, que el tiempo que están muchos de mis colegas en las ópticas. Es decir, su única meta es comprobar con qué gafas ve el paciente mejor, sin preocuparse de nada más; como por ejemplo, de si esas gafas le serán cómoda en el día a día, si le producirán otras molestias diferentes, si están cubriendo realmente la molestia inicial del paciente,…
Cierto es también, que hay algunos oftalmólogos que tienen un modelo de visión más amplio, respetan que hay otras formas de analizar la visión más completas y que unas simples gafas no siempre son la cura ante un problema de mala visión o visión incómoda.

Optometristas



El optometrista recibe pequeñas nociones en la Universidad acerca de las posibles patologías que puede sufrir el sistema visual. Pero estamos a años luz de los conocimientos que tiene un oftalmólogo al respecto.
Algunos optometristas, cuando terminan la Universidad, asisten a cursos de especialización donde aprenden más sobre estas patologías, pero mi opinión es que por mucho que puedan aprender en un año de especialización o en pequeños cursos, los oftalmólogos estudian medicina ocular durante 4 años especializándose en ellas. Sus conocimientos patológicos ampliamente nos sobrepasan. Este es su campo y no el nuestro.

Por tanto, un optometrista no es médico y por ello, en España:

- No puede diagnosticar una patología; aunque podamos verla y sepamos que un paciente tiene una catarata, por ejemplo, no podemos decírselo; sencillamente tenemos que remitir a un oftalmólogo, con mayor o menor urgencia según lo que veamos. Muchas veces el óptico o el optometrista puede ser el primero en detectar un problema así, y es su deber saber detectarlo y remitir a un profesional cualificado.

- No puede recetar ninguna medicina: Ningún colirio ni nada que contenga un fármaco. Podemos aconsejar lágrima artificial o complejos vitamínicos o productos homeopáticos.

- No puede instilar en su consulta ningún fármaco, y con ello me refiero a dilatadores de pupila. Eso es competencia de los médicos. A veces si un niño no colabora y no conseguimos que lea un test que le presentamos mientras le hacemos una prueba objetiva - que nos permite sacar la graduación exacta que tiene-, y necesitamos ese dato, instilar dilatadores de pupila puede ser la única forma, en esos casos, de conseguirlo (ya explicaré cómo funciona esto más adelante). Entonces, el paciente deberá ser remitido a un oftalmólogo para que obtenga ese resultado. En algunos estados de EEUU, los optometristas, aún sin ser médicos, pueden usar en consulta los dilatadores.


Bueno, he contado para lo que el optometrista no está preparado o lo que debe o no debe hacer en esas situaciones. Pero ahora voy a contar cuál son nuestras funciones.

El campo de acción de un Optometrista es diferente y muy amplio. Un optometrista puede encontrarse con una “máquina” que físicamente está bien, pero no funciona bien.

Un optometrista es capaz de graduar de forma objetiva y subjetiva a un paciente. Es el profesional que más capacitado está. Mientras que en España, el oftalmólogo estudia 4 años (además de los otros 4 anteriores de medicina general) acerca de patologías oculares y anomalías refractivas y de sus tratamientos médicos (fármacos y cirugías), la parte optométrica la tocan levemente durante esos 4 años y prácticamente se limitan a aprender a graduar, de la forma más sencilla. Pero el optometrista estudia, en los 3 años de carrera, el modo de graduar y tratar un problema de mal funcionamiento visual con diferentes opciones.
Una muestra de que los Optometristas salimos más preparados en este campo que los Oftalmólogos, es la “Carta al Editor” en la revista de la Sociedad Española de Oftalmología, que el oftalmólogo Dr. Colomé Campos publicó en 2005: “La optometría: un reto para el oftalmólogo del siglo XXI” En esta carta hace referencia a un estudio que diseñó él mismo, con el que pretendía evaluar y comparar los conocimientos de refracción de oftalmólogos MIR con estudiantes de Óptica y Optometría de tercer año. Para ello se tenían que presentar a un cuestionario de 40 preguntas tipo test, que abarcaban temas de Optometría, Visión Binocular y Contactología. Resultado: Ningún oftalmólogo se presentó a la prueba. “Únicamente un residente tuvo la delicadeza, desde aquí mi agradecimiento, de excusarse porque su jefe de servicio prohibía la colaboración por encontrar el cuestionario excesivamente difícil.” (Dr. Colomé Campos).


Todos los ópticos-optometristas salimos con los mismos conocimientos impartidos. Pero luego, algunos, como aquellos ópticos de algunas ópticas, cuya única finalidad es vender cuantas más gafas mejor, realizan una graduación visual similar a la que pueda realizar un oftalmólogo, y su tratamiento se limitará a unas gafas o unas lentillas “para ver mejor”. Otros sin embargo, que nos hemos ido especializando más y actualizando los conocimientos con los años, sabemos de forma más amplia cómo funciona la visión y qué puede alterar su funcionamiento; por ello, podemos averiguar a partir de las quejas del paciente, cómo un problema visual puede estar alterando la vida de una persona, qué partes de la visión evaluar para encontrar el problema y hallar el mejor tratamiento al respecto. Muchas, muchas, muchas veces las gafas no son la solución, o no la solución que muchos conocen. Y el optometrista sabe cómo emplear las gafas, las lentes de contacto o los prismas del mejor modo posible para eliminar todas las molestias del paciente y darle otras opciones que le pueden ayudar. No sólo a su falta de visión.

En entradas posteriores iré explicando poco a poco, los tratamientos o soluciones que puede ofrecer un optometrista y cuál es mejor en cada situación. Una de esas posibles soluciones es la Terapia Visual. Este tratamiento es necesario cuando las molestias no se solucionan con unas simples gafas. Estas molestias puede ser producidas por 2 razones:

- porque en el sistema visual de ese paciente se ha producido un desajuste, por cualquier motivo, en el transcurso de su vida. En algún momento se produjo un cambio (p.e. por estrés académico o laboral, divorcio, o separación de padres,…) y empezó a utilizar su sistema visual de manera diferente, de una forma incorrecta; modificó la base creando una errónea, a partir de la cual ha ido desarrollando sus habilidades visuales. Pero como no es la forma correcta, surgen los síntomas y las molestias pasado un tiempo;

- o porque las bases del desarrollo (visual y motor) no se crearon bien desde que era un bebé.

Bueno, quizás esto quede un poco abstracto, pero cuando cuente en otra entrada en qué consiste la Terapia Visual, seguro que lo entendéis mejor. Lo que ahora quiero que entendáis es que en la visión hay más problemas además de ver o no ver el 100% y que de esos problemas nos encargamos los optometristas. Que los “ojos” no funcionen bien te hace que no rindas bien. No sólo tenemos que ver bien, sino que tenemos que procesar bien lo que vemos, y nuestro sistema visual tiene que ser capaz de responder y rendir de la manera más óptima en todas las situaciones en las que nos encontremos. Un optometrista especializado en Terapia Visual puede reeducar el sistema visual para que vuelva a tener unas buenas bases visuales o para instaurarlas desde el principio en el caso de no haberlas tenido antes (estrabismos, ojos vagos, reflejos no inhibidos,…). Puede enseñar al paciente a usar su visión de la forma más óptima para conseguir la mayor calidad y rendimiento en sus tareas visuales cotidianas.

Por tanto, el optometrista posee diferentes opciones de tratamientos alternativos antes de recurrir a la cirugía.


Espero que con toda esta explicación haya quedado un poco más clara la función que tiene cada profesional de la visión.


Por último, me gustaría aprovechar con este post para hacer una reivindicación: un poco de respeto por parte de ambas profesiones. Cada uno tenemos nuestro trabajo, por tanto, no debemos diagnosticar o tratar lo que no sabemos, ni menospreciar ni infravalorar el trabajo cualificado de otros profesionales, si no conocemos el campo que criticamos. Así como los oftalmólogos controlan de patologías y nosotros, los optometristas sólo las “conocemos”, nosotros controlamos del funcionamiento visual y ellos sólo lo “conocen”.

Lo que debemos hacer cada uno es trabajar como mejor sepamos y si ambos colaboramos juntos, el mayor beneficiado será el paciente.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

This is an excellent blog post. Keep up the great work here. I have bookmarked you for future posts.

Anónimo dijo...

Me ha parecido excelente y clarificador. Me recuerda a la aversión y desprestigio que muestran (algunos, por suerte cada vez menos) médicos hacia la psicología.

Rosina Uriarte dijo...

Hola Rosa,
me ha gustado mucho tu artículo, como todos los que escribes. Estoy de acuerdo con el anterior comentario, es muy clarificador. Y muy necesario que todo el mundo tenga conocimiento de la labor del optometrista.
Te lo tomo prestado para mi blog.
Un abrazo,
Rosina

Sylvia dijo...

Gracias por el artículo!! Nos viene muy bien en este momento ya que estamos considerando una terapia visual para nuestro hijo.

Tiene 7 dioptrías de miopía en cada ojo y su visión ha pasado de un 10% a un 60% en menos de 1 año. Aún así hay una optometra que me recomienda su terapia ( 3400euros) pero el oftamólogo dice que no la necesita ya que no ha presentado signos evidentes de que no "le funcione" su visión-relación ojo cerebro.

Que opina? Me sería de gran ayuda.

Gracias

Rosa M. García Hdez dijo...

Hola Sylvia,
supongo por lo que leo en su comentario, la terapia que le ofrece la optometra es Terapia Visual. Si en un año su hijo no ha hecho ningún ejercicio para mejorar ese 50% de visión que ha ganado, imagine cuánto podría haber mejorado si durante ese año hubiera estado estimulando su vista, la terapia visual es lo que hace. Desde aquí, me es muy complicado saber si además de la miopía su hijo tiene otros problemas visuales, pero desde luego el comentario de su oftalmólogo <<... no la necesita ya que no ha presentado signos evidentes de que no "le funcione" su visión-relación ojo cerebro.>>, es contradictorio. Precisamente en un año, su hijo a mejorado su visión un 50%, eso demuestra que que su visión o su relación ojo-cerebro, le funciona correctamente, y cualquier ejercicio que pueda hacer para estimular esa conexión entre los ojos y el cerebro siempre será útil, sobre todo si su hijo aún es pequeño, porque es que cuando más eficacia tiene la terapia visual. Desde mi posición, yo le recomendaría que iniclamente, no desestime la terapia visual, pero consulte con otros profesionales (oftalmólogos y optometristas), hasta que sus dudas sean resueltas.
Espero haberle podido ayudar y espero que su hijo siga mejorando :-)

Rosina Uriarte dijo...

Hola Sylvia,
desde mi experiencia como madre y como maestra, te diría que una evaluación por parte de un optometrista es siempre conveniente en todos los niños, y puede ser muy necesaria para algunos.
Pero también te recomendaría, como hace Rosa, que consultes otros optometristas pues no entiendo cómo puede una terapia visual ser tan cara. Supongo que el optometrista os estará proponiendo realizar la terapia en su consulta. Otros padres hemos hecho los ejercicios en casa y hemos acudido a consulta solamente para las evaluaciones y controles periódicos. Y desde luego que no nos ha salido tan cara la terapia... vamos que una décima parte de la cantidad que comentas.
Infórmate bien.
Saludos,
Rosina

Rosa M. García Hdez dijo...

Pienso como Rosina, ese precio es muy alto, y eso me hace pensar que quizás no te esté proponiendo hacer "terapia visual", sino otro tipo de terapia; porque tendrías que ir a consulta todos los días para que el precio se aproximase a lo que te ha dicho, y creo que no sería necesario. Trabajando en casa y de vez en cuando en la consulta sería suficiente. Consúltalo bien, que te explique que tipo de terapia le haría a tu hijo y qué es lo que pagas en ese precio. Si no te convence, consulta con otros terapeutas visuales.

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