TUTORÍAS EN LA ESCUELA MEDIA. Un apoyo importante a la tarea del psicopedagogo

Los que somos docentes, sabemos y vivimos la crisis educativa por la que está atravesando el nivel medio o secundario de educación, en especial, en los países latinoamericanos.

Para paliar esta situación, desde la orientación educativa se trata de que las escuelas puedan brindar una educación personalizada, integradora e innovadora.

Para que una educación sea personalizada, se debe considerar a cada uno de los estudiantes como a un sujeto único e irrepetible con características particulares que necesitan de una atención individualizadora.

Para que una educación sea integradora se debe brindar ayuda al alumno en todos los aspectos de su desarrollo personal.

Y por último, para que el adolescente esté motivado y encuentre sentido a la escuela, se le debe ofrecer una educación que lo prepare para la vida y le brinde recursos y contenidos útiles y en forma innovadora.

Una de las formas de colaborar con la orientación educativa y los objetivos de la educación de los jóvenes, es a través del sistema de tutorías.

La acción tutorial favorece una mejor calidad de la enseñanza tanto en la organización institucional como en la tarea cotidiana en el aula. Entendemos por calidad educativa a una mayor interrelación de la enseñanza, las prácticas pedagógicas, las necesidades educativas de los alumnos y el respeto a su subjetividad e idiosincrasia cultural.

Se trata de comprender, apoyar y acompañar los procesos institucionales y grupales del aprendizaje continuo de estudiantes y acompañar a sus familias.

El “tutor” o “profesor consejero”, es un docente, en el mejor de los casos elegido por los propios alumnos de un grupo, cuya misión es actuar como mediador entre alumnos, padres, docentes, psicopedagogo y directivos de la escuela.

La función tutorial es la “capacidad que tiene todo docente de ponerse al lado del alumno, de sufrir con él los procesos del aprender, de ayudarle o acompañarlo en sus problemas personales, de aprendizaje o de relación.

De esta tarea, ningún actor perteneciente a la institución escolar puede quedar excluido. Todos estamos invitados a mantener el diálogo como la fórmula más eficaz de la relación de ayuda.

La función más general del tutor es la de orientar y asesorar con respecto a todo lo que involucra la formación integral de los adolescentes y jóvenes.

La función más específica es personalizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, realizando un seguimiento de ellos y tratando de detectar dificultades particulares o grupales. Es importante trabajar sobre la prevención primaria y secundaria. La prevención primaria consistirá en trabajar determinadas problemáticas de la etapa adolescente y la prevención secundaria consiste en detectar y derivar cuándo ya está instalada la patología o el problema en el alumno.

Para ello es importante mantener entrevistas individuales y/o grupales para así abrir canales de comunicación entre los alumnos y el grupo de docentes que ellos tienen.

Ante problemas no fáciles de solucionar, el tutor tendrá que comunicar y derivar la situación a las autoridades de la escuela y al gabinete psicopedagógico.

Los problemas que pueden presentar los alumnos pueden ser de índole educacional, de desarrollo o sociales. Debo aclarar que las clasificaciones son muchas veces rígidas y arbitrarias, pero mi objetivo aquí es realizar una sencilla aproximación a los problemas más frecuentes que pueden atravesar los adolescentes y que observo en mi tarea diaria con ellos.

Entre los problemas educacionales se encuentran las dificultades debido al nivel cognitivo del alumno o al mal aprovechamiento de estrategias de aprendizaje, fobias escolares, falta de motivación hacia los estudios por no encontrarle sentido a los mismos, dificultades para aprender a aprender y dificultades en la realización de una autoevaluación que haga cambiar la situación de los sujetos.

En cuanto a los problemas de desarrollo, estos se refieren a la aparición de conductas que se consideran no apropiadas para la edad del sujeto en cuestión, como por ejemplo, consumo de sustancias, excesos alimenticios, de tabaco o alcohol, depresiones, manías, histerias, duelos propios de la adolescencia como la pérdida del cuerpo infantil y el nacimiento del nuevo cuerpo de adulto.

Con respecto a los problemas sociales, considero de suma importancia atender las dificultades de integración entre pares, entre los distintos subgrupos que forman la clase total así como también la violencia psicológica y/o física entre estudiantes.

Es importante informar a los padres acerca de lo que acontece con sus hijos en la escuela, para así llevar a cabo actividades de orientación y encontrar apoyo en las familias.

Por todo lo dicho anteriormente, se desprende que los ámbitos de actuación del profesor tutor, o sea, los espacios donde tienen acciones y responsabilidades son para con sus alumnos, los padres de los mismos y los profesores que tienen a cargo la educación de este sector de la sociedad tan vulnerable y expuestos a cambios permanentes.

Lic. Edith Beatriz Burgos

2 comentarios:

HISTORIAS BOHEMIAS dijo...

muchas gracias por toda esta informacion

maria dijo...

Muy buena información. Qué importarte es estar al lado de los alumnos.

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