Autismo: apuntes sobre diagnóstico y opciones de intervención

Segunda parte del artículo enviado al blog por Rebeca Chaves Alvarado, psicóloga clínica de Costa Rica.



Diagnóstico


El autismo se clasifica como uno de los desórdenes extendidos del desarrollo. Algunos médicos también usan términos tal como "perturbado emocionalmente" para describir a personas con autismo. Porque éste varía grandemente en su severidad y síntomas, el autismo puede ser no reconocido especialmente en individuos levemente afectados o en aquellos con impedimentos múltiples. Los investigadores y terapeutas han desarrollado varios conjuntos de criterios para el diagnóstico del autismo. Algunos criterios usados frequentemente incluyen:

  1. Juego imaginativo y social ausente o limitado
  2. Habilidad limitada para hacer amistad con sus iguales
  3. Habilidad limitada para iniciar o mantener una conversación con otros
  4. Uso del lenguaje estereotipado, repetitivo o no habitual
  5. Patrones de intereses restringidos que son anormales en intensidad y foco
  6. Aparente infléxibilidad y apego a rutinas específicas o ritos
  7. Preocupación por las partes de objetos

Los niños con algunos de los síntomas de autismo, pero no con suficientes como para ser diagnosticados con la forma clásica del desorden, son frequentemente diagnosticados con el desorden extendido del desarrollo - no específico. El término sindrome de Asperger es algunas veces usado para describir a personas con comportamiento autista pero con buen desarrollo de las destrezas del lenguaje. Los niños que parecen normales en sus primeros años y que luego pierden destrezas y comienzan a mostrar un comportamiento autista suelen ser diagnosticados con el desorden desintegrativo de la niñez. Las niñas con el sindrome de Rett, un desorden genético ligado al sexo caracterizado por un desarrollo del cerebro inadecuado, convulsiones y otros problemas neurológicos, también pueden mostrar un comportamiento autista. PDD - NOS, el sindrome de Asperger, CDD y el sindrome de Rett son a veces llamados el espectro de desórdenes del autismo.

Ya que los problemas de audición pueden ser confundidos con autismo, los niños con desarrollo tardío del habla deben ser examinados de la audición. Algunas veces los niños tienen dificultades de audición además de autismo. Cerca de la mitad de las personas con autismo tienen una puntuación más baja de 50 en exámenes de IQ, 20 porciento tienen una puntuación entre 50 y 70, y 30% tienen una puntuación más alta de 70. Sin embargo, estimar el IQ en niños pequeños con autismo es a menudo difícil porque los problemas del lenguaje y comportamiento interfieren con el examen. Un porcentaje pequeño de las personas con autismo son savants. Estas personas tienen destrezas limitadas pero extraordinarias en áreas como la música, las matemáticas, el dibujo o la visualización.

Observando con detalle las diferentes manifestaciones que el autismo puede presentar, según la gravedad del mismo, y la edad mental del niño, el diagnóstico se puede reforzar con las siguientes pruebas :

ü Escalas de Wechsler(WPPSI Y WISC)

ü Perfil psicoeducacional, de Schopler y Reichler(1979).

ü Peabody

ü Tedepede Riviere

ü Escala de madurez social de Vineland

ü Escala de conducta adaptativa de Nihira (PAC de Gunzburg)

Sin embargo la mejor información procede de la observación directa de las interacciones sociales en su medio ambiente natural

Tratamientos

No existe la cura para el autismo. Las terapias e intervenciones conductuales están diseñadas para remediar síntomas específicos y pueden otorgar una mejoría sustantiva. El plan ideal de tratamiento coordina terapias e intervenciones que tienen como blanco los principales síntomas del autismo: problemas de interacción social y comunicación verbal y no verbal, y rutinas e intereses obsesivos o repetitivos. La mayoría de los profesionales concuerdan en que mientras más temprana la intervención, mejor.

Intervenciones educacionales/conductuales: Los terapeutas utilizan sesiones de intenso entrenamiento para el desarrollo de destrezas altamente estructuradas, con el fin de ayudar a los niños a desarrollar destrezas sociales y de lenguaje. La orientación familiar para los padres y hermanos de los niños autistas, con frecuencia ayuda a las familias a enfrentar los particulares desafíos de vivir con un niño autista.

Las técnicas para disminuir una conducta inadecuada deben aplicarse en el preciso momento en que aparece la conducta blanco o que se desea eliminar. Las 9 técnicas más comunes de uso para decrementar una conducta son:

1. Corrección verbal

  1. Corrección física
  2. Interrupción de respuesta.
  3. Extinción
  4. Tiempo fuera
  5. Saciedad o sobrecorrección
  6. Reforzamiento de conductas incompatibles
  7. Desensibilización
  8. Costo de respuesta

ALGUNOS EJEMPLOS DE APLICACIÓN:

Interrupción de respuesta

Esta técnica conductual consiste en cortar la presentación de la conducta inadecuada inmediatamente a su aparición, mediante una instrucción y acompañado en ocasiones de una corrección física. Como todas las técnicas, deben ser respetadas con todos los elementos con que haya sido programada, así como realizarse con constancia.

Ejemplo: El niño empieza a agitar sus manos y se le ordena: “Pon tus manos quietas” pudiendo opcionalmente sujetarle sus manos.

Saciedad o sobrecorrección

Es la realización continua y aumentada de la conducta inadecuada, es decir, obligar al niño a realizar la conducta en repetidas ocasiones seguidas con el objetivo de que ésta sea desagradable o provoque cansancio en el niño. Por ejemplo: si el niño se hace popó en los calzones, se le lleva al baño y frente al escusado se le inclina 50 veces a la vez que se le dice en voz fuerte: “La popó se hace en el baño, no en el calzón”. Otro ejemplo sería que si el niño tira objetos, se le obliga a recogerlos y tirarlo un n número de veces.

Esta técnica es muy aversiva y se recomienda agotar los demás recursos antes de que se decida aplicarla. Una vez que se programa, se debe ser constante y aplicarse cada vez que se presente la conducta inadecuada.

Las reglas de la Saciedad o sobrecorrección son:

  1. Aplicarse inmediatamente a la presencia de la conducta blanco.
  2. Se debe establecer el número de repeticiones y completarse siempre.
  3. Se debe describir la forma detallada en la que se dará la sobrecorrección.

Reforzamiento de conductas incompatibles

Consiste en reforzar una conducta que sea contraria a la conducta inadecuada y que evita que suceda. Básicamente, es reforzar una conducta que sea lo opuesto a la conducta que deseamos erradicar. Este método es muy efectivo y poco aversivo, por lo que se recomienda probarlo antes que los demás. Un ejemplo sería que el niño no puede brincar en la cama si le mantenemos sentado o acostado. Otro ejemplo sería que la forma de evitar que aletee las manos es mantener las manos quietas.

Al aplicar esta técnica debemos tomar en cuenta:

ü La conducta incompatible debe ser reforzada inmediatamente, es decir, la conducta que deseamos y que evita la inadecuada.

ü Las dos conductas incompatibles deben ser descritas con anterioridad.

ü Al seleccionar la conducta incompatible a la conducta inadecuada, ésta debe ser totalmente contraria y que haga imposible se desencadene la segunda.

Desensibilización

Esta técnica consiste en un proceso de disminución sistemática de determinadas reacciones como miedo, desagrado o negación total hacia algo, mediante un reforzamiento de las aproximaciones. Un ejemplo típico es cuando el niño le tiene miedo al mar, primero se le acerca a que solo se moje los pies, luego un poco mas adentro y así, poco a poco, hasta que venza el miedo.

Los elementos que se deben tomar en cuenta para la aplicación son:

  1. Identificar con anterioridad la conducta problema.
  2. Describir específicamente los elementos que componen la conducta.
  3. Determinar cuantas veces se llevará a cabo la desensibilización.
  4. Determinar el avance que se tendrá en cada aproximación.

Medicamentos: Los médicos a menudo recetan un medicamento antidepresivo para controlar síntomas de ansiedad, depresión o algún trastorno obsesivo-compulsivo. Se emplean medicamentos antisicóticos para tratar graves problemas conductuales. Las convulsiones pueden ser tratadas con una o más de las drogas anticonvulsivas. Estimulantes, tales como los usados para niños con un trastorno de déficit atencional, a veces son empleados de manera efectiva para ayudar a disminuir la impulsividad e hiperactividad.

Otras terapias: Existe un número de terapias controvertidas o intervenciones a disposición de los menores autistas, pero pocas, si es que las hay, están respaldadas por estudios científicos. Los padres debieran actuar con cautela antes de adoptar cualquiera de estos tratamientos.

Rebeca Chaves Alvarado

Psicologa Clínica

Costa Rica


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