Hace unos días escribí un primer artículo sobre la escritura (ver artículo), en el que hablaba de los aspectos básicos de la escritura, referidos fundamentalmente a las habilidades gráficas que tiene que desenvolupar el niñ@ para poder escribir, especialmente centrados en la direccionalidad y el dominio del trazo. Más allà de estos aspectos, que acaban convirtiéndose en mecánicos, empieza la comprensión de la escritura como mecanismo de comunicación siendo para ello necesario en primer lugar una intencionalidad comunicativa, pero una vez ésta está constituida es el momento en que debe estar presente una suficiente capacidad de planificación, así como de orientación temporal que permitirán al receptor del mensaje escrito poder comprender efectivamente lo que el emisor quiere transmitir.
La planificación de la escritura
La planificación es una de las partes más importantes de la escritura, ya que determina que contenidos introduciremos en nuestro escrito y cual será la estructura que seguiremos para su expresión. Esta capacidad de planificación no se refiere tan solo a la redacción de largos textos, sino que también se debe referir a textos cortos.
La planificación no tiene por qué realizarse de forma explícita, ya que algun@s alumn@s desarrollan una capacidad suficiente como para planificar el escrito de forma coherente sin que hayan planificado expresamente su escritura, aunque con toda seguridad lo habrán hecho de forma más o menos consciente. Sin embargo, resulta necesario incidir en la enseñanza de la planificación, ya que en ella reside la capacidad de poder explicar convenientemente todas las ideas que un@ tenia previsto y enlazarlas de forma consecuente. Una escritura impulsiva o poco planificada dará con toda seguridad unos resultados insuficientes, o menos buenos que los que podrían resultar de un escrito convenientemente planificado.
La planificación del escrito deberá variar en función del tipo de registro textual que debamos trabajar, ya que cada tipo de escrito precisa de una estructura diferenciada, así como de unos contenidos diversos. Por ese motivo es necesario conocer los diferentes tipos de registros escritos para poder adaptar aquello que queremos expresar al tipo de registro textual que debemos emplear. Otros aspecto fundamental que debemos tener en cuenta son: el/los destinatarios (sus características fundamentales, si son adultos o si son niños (aspecto que a veces parece que olvidan algunos escritores de cuentos, a juzgar por el vocabulario empleado), si son conocedores del tema o es la primera vez que leen sobre este, si es un profesor o el padre o la madre, …)
La orientación temporal
La orientación temporal como ya trataba en el artículo La orientación temporal y su influencia en el aprendizaje, juega un papel fundamental en el desarrollo de la expresión escrita, puesto que es la habilidad que nos permitirá encadenar de forma consecuente las ideas, ya sea en un texto narrativo o en uno de carácter expositivo, aunque lógicamente este aspecto se pone de mayor relieve en las tareas de tipo narrativo, donde las relaciones causales son fundamentales.
Así pues si el alumn@ no desarrolla una adecuada orientación temporal podemos esperar que resulte muy difícil la comprensión de su escrito, ya que fácilmente podremos encontrar en él errores tales como saltos en el tiempo, falta de contenidos que nos permitan comprender las acciones siguientes o como se ha llegado a una determinada conclusión. Claramente aquí también juega un papel fundamental la planificación, ya que si hemos planificado convenientemente los contenidos resultará más difícil que olvidemos alguna parte o que no la enlacemos de forma adecuada.
En un próximo artículo miraré de explicar cuáles son los elementos básicos que debemos tener en cuenta para evaluar, pero también consecuentemente para trabajar la expresión escrita en sí.
La planificación de la escritura
La planificación es una de las partes más importantes de la escritura, ya que determina que contenidos introduciremos en nuestro escrito y cual será la estructura que seguiremos para su expresión. Esta capacidad de planificación no se refiere tan solo a la redacción de largos textos, sino que también se debe referir a textos cortos.
La planificación no tiene por qué realizarse de forma explícita, ya que algun@s alumn@s desarrollan una capacidad suficiente como para planificar el escrito de forma coherente sin que hayan planificado expresamente su escritura, aunque con toda seguridad lo habrán hecho de forma más o menos consciente. Sin embargo, resulta necesario incidir en la enseñanza de la planificación, ya que en ella reside la capacidad de poder explicar convenientemente todas las ideas que un@ tenia previsto y enlazarlas de forma consecuente. Una escritura impulsiva o poco planificada dará con toda seguridad unos resultados insuficientes, o menos buenos que los que podrían resultar de un escrito convenientemente planificado.
La planificación del escrito deberá variar en función del tipo de registro textual que debamos trabajar, ya que cada tipo de escrito precisa de una estructura diferenciada, así como de unos contenidos diversos. Por ese motivo es necesario conocer los diferentes tipos de registros escritos para poder adaptar aquello que queremos expresar al tipo de registro textual que debemos emplear. Otros aspecto fundamental que debemos tener en cuenta son: el/los destinatarios (sus características fundamentales, si son adultos o si son niños (aspecto que a veces parece que olvidan algunos escritores de cuentos, a juzgar por el vocabulario empleado), si son conocedores del tema o es la primera vez que leen sobre este, si es un profesor o el padre o la madre, …)
La orientación temporal
La orientación temporal como ya trataba en el artículo La orientación temporal y su influencia en el aprendizaje, juega un papel fundamental en el desarrollo de la expresión escrita, puesto que es la habilidad que nos permitirá encadenar de forma consecuente las ideas, ya sea en un texto narrativo o en uno de carácter expositivo, aunque lógicamente este aspecto se pone de mayor relieve en las tareas de tipo narrativo, donde las relaciones causales son fundamentales.
Así pues si el alumn@ no desarrolla una adecuada orientación temporal podemos esperar que resulte muy difícil la comprensión de su escrito, ya que fácilmente podremos encontrar en él errores tales como saltos en el tiempo, falta de contenidos que nos permitan comprender las acciones siguientes o como se ha llegado a una determinada conclusión. Claramente aquí también juega un papel fundamental la planificación, ya que si hemos planificado convenientemente los contenidos resultará más difícil que olvidemos alguna parte o que no la enlacemos de forma adecuada.
En un próximo artículo miraré de explicar cuáles son los elementos básicos que debemos tener en cuenta para evaluar, pero también consecuentemente para trabajar la expresión escrita en sí.
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