En ocasiones, nos encontramos en el aula con niños y niñas que presentan problemas de comprensión y con ello dificultades para entender un texto a estudiar. Para menguar estas dificultades es necesario trabajar aquellos aspectos que fomentan estos dos elementos: la lectura y su comprensión.
Los alumnos con estas dificultades, suelen perderse en el texto si tienen que leerlo ellos mismos, en cambio, son capaces de entenderlo i aprenderlo, si ese mismo texto es leído por un tercero. Asimismo, suelen sentirse defraudados porque todo el esfuerzo que realizan no se ve recompensado.
Una buena manera para reducir estos conflictos puede ser a través de la realización de métodos sobre la mejora de la comprensión y la velocidad lectora.
Los elementos a destacar son:
- Mejorar la velocidad lectora: Puede ser que las dificultades en la falta de comprensión sea por un ritmo inadecuado de la lectura, lo que dificulta una correcta comprensión del texto. Así, se puede conseguir mejorar la velocidad lectora, realizando el menor número de fijaciones posibles en cada línea abastando el mayor número de palabras posibles. Por ejemplo:
· Cada día / he de proponerme / estudiar un poco /
Los espacios entre barras es el grupo de palabras que se han de percibir en un solo vistazo. Podemos aumentar esta velocidad, leyendo tres páginas seguidas de un libro que nos guste.
1. La primera página se ha de leer a una velocidad normal, pero intentando entender lo que se lee.
2. La segunda página, se ha de leer a la máxima velocidad, sin preocuparse de entenderlo o no y sin volver atrás.
3. La tercera página, se ha de leer a la máxima velocidad posible, pero entendiendo lo que se lee y procurando no volver atrás.
Estos ejercicios se deberían realizar 5 días a la semana durante tres semanas y descansar una. Progresivamente observaremos una mejora en la velocidad.
- Mejorar la comprensión lectora: para conseguirlo, podemos realizar tres directrices:
· Explorar: saber de qué trata el texto. Debe realizarse a través de una primera lectura rápida.
· Subrayar: marcar aquello más importante del texto.
· Lectura: leer todo aquello que se ha subrayado para observar si hay coherencia y una buena estructura.
De manera opcional, pero recomendable, podríamos escribir en una hoja, con una clara y buena letra, aquello que se ha subrayado, realizando inferencias y cambios cuando creamos necesario para mejorar la comprensión y estructura del texto.
- El objetivo del subrayado es destacar las ideas principales del texto. Esto, nos debería ayudar a recordar el contenido del mismo.
- El objetivo del resumen, es poder poner con nuestras palabras el contenido del texto a estudiar. Para ello es necesario previamente, haber entendido y asumido el contenido.
- El objetivo de los esquemas es ver de manera ordenada y jerárquica todo el contenido que se ha de estudiar, de manera que sea necesario seleccionar las ideas importantes de forma cuidadosa. Una vez seleccionadas, debemos realizar relaciones casuales entre los distintos conceptos.
En artículos posteriores, trataremos de manera más concreta y concisa posible cada uno de estos apartados.
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