Artículo de Berta Ponce, psicologa de Psicologas Madrid, pódéis encontrar un resumen de su curriculum al final del presente artículo.
La experiencia de la maternidad produce un cambio profundo en
la mujer, las madres suelen decir que durante un tiempo se sienten
desorientadas, con muchos sentimientos intensos y encontrados que a veces las
desbordan pero con poco espacio para ser
expresados.
En nuestra cultura occidental las mujeres
suelen entrar en contacto con el mundo de la maternidad ya de adultas y sin
muchas experiencias previas, muchas cogen por primera vez un bebé cuando han
dado a luz al suyo.
En la mayoría de cursos de preparación al
parto se habla del embarazo, de que ocurrirá durante el parto, como reconocer
las contracciones, la respiración etc. como si todo acabara una vez que se da a
luz, nadie cuenta que pasa cuando la nueva madre llega a casa con su bebé, que
se va a encontrar y que va a sentir.
La mayoría de madres hablan de “enamoramiento”
con su bebé casi nada más verlo. Sienten una emoción y felicidad intensa.
Algunas madres cuentan al recordar esos momentos:
“Lloré de alegría, de emoción y de amor.”
“No podía dejar de mirarle y de llorar.”
“¿Cómo se puede querer tanto a un hijo con tan solo unos
segundos de vida?”
“Ese momento fue el más intenso, más bello, más puro y más
feliz de mi vida.”
Este gran amor que nace casi de inmediato es
el primer paso para formar un vínculo con tu hijo, ese amor ayuda a las madres
a que puedan identificarse con lo que les pasa a su bebé, a comprenderlo, a
empatizar con él y asumir la gran tarea
que comienzan.
Pero el bebé
no es el único miembro de la familia que se enfrenta a un nuevo mundo,
la vida de los padres también cambia, tras ese gran momento del nacimiento los
padres empiezan a sentir el cansancio que
supone no dormir una noche seguida, los primeros meses el bebé no distingue el
día de la noche y cada dos o tres horas hay que darle de comer.
Esto se
une además con que la madre ha de recuperarse físicamente tras el parto. Este
cansancio intenso que experimentan las madres hace más difícil su tarea. La salud
de su bebé y el gran amor que sienten por él hará que las madres sigan adelante
priorizando las necesidades de su hijo a las suyas.
“Me sentía agotada, pensaba cada día que no podría con ello.”
“Me levantaba por la noche, le daba de comer, le cambiaba el
pañal y cuando me quería dar cuenta otra vez tenía que comer.”
“Por las noches me enfadaba, necesitaba descansar y no podía,
estaba de mal humor y eso me hacía sentir culpable.”
“Muchas noches lloraba con mi hija, ¿porque no me dijo nadie
que sería tan difícil?.”
“¿Porque me siento así? Se supone que debía estar contenta,
yo deseaba tener un hijo.”
Normalmente a los pocos días el padre vuelve a
su rutina de trabajo y es la madre la que se queda en casa cuidando del bebé,
durante esta época hay momentos en que las madres pueden sentirse solas,
perdidas y desorientadas, a veces se
comparan con sus parejas y sienten que
tienen más mérito que ellas, ganan dinero fuera de casa y cuando llegan se sienten de mejor humor.
Si antes de dar a luz trabajaban tendrán que
adaptarse a pasar muchas horas en casa con su hijo a un ritmo diferente al
acostumbrado y a veces con la sensación
de no haber hecho nada especial ese día. Vivimos en una sociedad donde ser madre no está
valorado lo suficiente y todo el esfuerzo que supone puede parecer poca cosa en
relación a otros trabajos.
“Pasaba el día sin
hablar con un adulto, rodeada de
pañales, biberones….la vida de mi pareja me parecía más interesante que la mía.”
“Me sentía rara paseando al bebé por el parque, hace tan solo
unas semanas estaba en la oficina trabajando, es como si mi mundo se hubiera
parado de repente.”
“Me sentía muy segura en mi trabajo pero con mi bebé dudaba
todo el tiempo.”
Para algunas madres será importante sentirse
cerca de alguna mujer que la acompañe en la experiencia, ya sea su propia madre,
una hermana o una amiga de confianza, pero este acompañamiento es para ayudar
en lo que la madre vaya necesitando ya que demasiados consejos pueden hacer
sentir más insegura a la mujer que se acaba de convertir en madre y que lo que
más necesita es tiempo y lugar donde poder hablar de este acontecimiento tan importante.
Las mujeres necesitan también sentir cerca a
su pareja y que esta la acompañe en todo el proceso de crianza, necesita saber
que todos esos sentimientos de confusión, inseguridad… no solo son normales,
son el comienzo de ser madres y a través de ellos la madre empezará a aprender.
A todo esto hemos de sumar las expectativas y fantasías
que esta nueva mamá tenía antes de dar a luz, ¿Cómo se imaginaba a su bebé?, ¿Cómo
se imaginaba ella misma? Cuanta más diferencia haya entre la situación
imaginada y la real más difícil será la experiencia para la madre.
Pasados unos meses de convertirse en madres,
después de haber pasado por momentos de soledad, de confusión, de
incertidumbre, la madre comienza comprender mejor a su bebé, a saber que le
pasa cuando llora, a calmarlo mejor, se da cuenta que a medida que su bebé
crece también lo hace su seguridad. Ahora podrá tomar más decisiones en
relación a su hijo y sentirá menos dudas.
A
partir de entonces las madres miraran hacia atrás y recordarán un mezcla de
sentimientos, felicidad, placer, miedo, preocupación, cansancio…. Y a pesar de
todo, también dirán sin dudarlo que ha merecido la pena.
“A medida que conocía más a mi bebé también me conocía más a mí
misma.”
“Antes me sentía juzgada todo el tiempo, ahora sé que no hay
una única manera de hacer las cosas, que cada madre tiene la suya.”
“Antes dudaba todo el tiempo, leía algo y pensaba: Eso tengo
que hacerlo, luego me encontraba con una amiga y me decía justo lo contrario,
ahora sé que se trata de experimentar para saber que funciona con tu hijo en
cada momento.”
“Ser madre me ha hecho sentir con el tiempo mejor, más
fuerte, más segura, más centrada.”
Todas estas emociones las experimentan muchas madres pero no todas tendrán
las mismas sensaciones, habrá muchos factores que influyan en cómo la madre
vaya integrando lo que siente, desde cómo ha sido el embarazo, si ha sido o no
deseado, la situación actual con su pareja, la ayuda de la que dispongan… hasta
su propia historia.
BERTA PONCE MARTÍN (Curriculum Vitae)
Colegiada numero M-16067.
Licenciada en Psicología por la
Universidad de Comillas. Especialista en Clínica y Psicoterapia Infanto – Juvenil y Adultos, Centro Elipsis. Madrid. Miembro de la Sociedad “ Fórum” de Psicoterapia Psicoanalítica. Más de 10 años de experiencia en Consulta Privada. Centro de Psicoterapia Doctor Esquerdo. Trabajó durante 4 años en Ceclisa, Centro Clínico Sanitario, Cobeña, Madrid y en Cáritas como Terapeuta Infantil. En el ámbito Público ha trabajado los dos últimos años en el Centro de Atención a la Familia de Boadilla del Monte, Madrid En la actualidad trabaja en Debebé, Centro de Estimulación Temprana, como Terapeuta Infantil y profesora de Psicomotricidad con niños de 0 a 2 años compaginándolo con la Consulta privada – www.psicologasmadrid.com |
Muy interesante este artículo. Creo que ayuda a desmitificar esto, y a comprenderse mejor. Me ha necantado eso de que cada madre lo hace a su manera, y hacerlo diferente no significa que esté mal. Un gran reto el de la maternidad. Besos
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