Este artículo más que explicar el concepto de TDAH, quiere comentar algunos posibles aspectos que se pueden hacer en casa para mejorar la, a veces, difícil convivencia que puede comportar un diagnostico como éste.
En cuanto a la convivencia en casa, es importante establecer unas normas claras, el niño ha de saber qué se espera de él en cada momento.
Para qué el niño no lo sienta como un castigo, las normas pueden ser pactadas, para que se considere partícipe de aquello decidido, además, puede ser adecuado que estas se vayan explicando periódicamente y que estén visibles por la casa a través de carteles donde aparezca aquello que ha de hacerse en cada espacio (poner la mesa, recoger-se la ropa, ...) En estos carteles sería interesante que aparecieran solo 2 ó 3 normas a seguir para que no agobiarlo con una gran cantidad de tareas a realizar. Una posible manera de hacer esto más fácil es creando y manteniendo rutinas y horarios sistemáticos en casa, de manera que siempre se tenga que hacer lo mismo a las mismas horas para adquirir unos hábitos.
A medida que una norma se vaya adquiriendo e interiorizando y se vaya convirtiendo en rutina, se puede prescindir de ella en el cartel y añadir una nueva norma a trabajar. Estas normas o responsabilidades se pueden hacer más soportables si se segmenta en fases las tareas más complejas.
Pero lo más importante para que hayan más posibilidades de buenos resultados son los refuerzos positivos: felicitar, motivar, incluso en algún caso regalar. Al finalizar cada fase y/o tarea se pueden ofrecer refuerzos positivos para aumentar la motivación y mantener las tareas. Es importante evitar al máximo los comentarios negativos sobre aquello que más cuesta hacer y, valorar los esfuerzos siempre positivamente. En relación a esto, suele funcionar muy bien el “sistema de puntos como refuerzo positivo”, el cual es un refuerzo inmediato (por ejemplo: para cada cosa del listado bien hecha, se da un punto. Al final de la semana, esos puntos se transforman en algo que puede recibir: ir al parque que a él le gusta, comprarle eso que quiere,... Siempre han de ser cosas que normalmente no puede tener ni conseguir)
Cuando se hable con el niño es necesario asegurarse de que nos está escuchando. Una manera de hacerlo es poniéndonos a su misma altura, manteniendo el contacto ocular, hablándole con un tono de voz suave y cálido y utilizando frases cortas y claras. Una vez finalizada la conversación, se ha de pedir que nos explique lo que se ha dicho para asegurarnos de que se ha entendido.
En cuanto a las tareas escolares es importante tener y utilizar una agenda. Ésta ha de ayudar en la organización. En este sentido, desde casa se ha de demostrar que se valora el orden, asignando cada día unos minutos para la organización de la mochila, los deberes,...
A la hora de realizar los deberes de la escuela, sería oportuno que ahí donde estudie haya el menor número de distractores visuales y auditivos posibles, así como empezar cada día a la misma hora para conseguir concentrarse mejor y con mayor facilidad a aquella hora, de manera que al principio se le pedirá estar concentrado “x” minutos y se irá aumentando progresivamente el tiempo.
Con un niño con TDAH hemos de tener en cuenta:
- Explicar las normas, las cuales han de ser breves, claras, compartidas y visuales.
- Sería necesario establecer rutinas y horarios sistemáticos.
- Hablar con él estando a la misma altura, manteniendo el contacto ocular, con una voz suave y cálida y con frases cortas y claras
- Utilizar refuerzos positivos.
- Valorar el orden y la organización.
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4 comentarios:
Me ha parecido muy interessante este articulo. Creo que lo refuerzos positivos són la mejor alternativa.
Excelente artículo!!! Es una información muy valiosa. Felicitaciones!!!
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un articulo muy interesante !
grazas !!
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