La escuela secundaria está inmersa en contextos de cambios que inciden en el interior de esta institución y transforman la subjetividad de los actores que la habitan.
Algunos de los cambios socio culturales, en el marco de esta sociedad posmoderna, son
la aparición de nuevas configuraciones familiares, la pérdida de los discursos de autoridad, el debilitamiento de la familia como protectora e integradora, el valorar el presente y el futuro no ser tenido tan en cuenta por los jóvenes, la diversidad cultural y de género, la globalización y un nuevo universo tecnológico que impacta en la cultura.
En esta sociedad tan cambiante, se producen nuevas demandas a la educación media. Hay nuevas alianzas entre la familia y la escuela, ausencia de modelos de identificación adultos por parte de los adolescentes, lo que lleva a una crisis de transmisión en ese vínculo.
El profesor de secundaria muchas veces tiene la sensación de no estar preparado para su tarea ante tantos conflictos; y es necesario reconocer que el nivel medio tiene varias falencias en la actualidad, que es preciso subsanar...
Los estudiantes en la escuela secundaria están atravesando la etapa de la adolescencia. Hay pluralidad de discursos acerca de lo que es la adolescencia, pero podemos afirmar que es una construcción histórico-socio cultural de búsqueda de una identidad donde se va a lograr una progresiva independencia y el pasaje de la endogamia a la exogamia y la elaboración de un proyecto de vida y trabajo.
La búsqueda de la identidad se logra gradualmente pero es importante el acompañamiento de un Otro. Ese Otro significativo van a ser los padres y sus profesores. Ya que es un momento de la vida donde todavía no se es del todo independiente del adulto.
Para Francoise Dolto la búsqueda de dicha identidad en situaciones de crisis, puede hacer que algunos adolescentes se paralicen considerando que no hay salida ni futuro posible para ellos, y para otros que comiencen a enfrentar el mundo y dar batalla a sus dificultades.
El adolescente es ambivalente en cuánto a que oscila entre pensamientos de omnipotencia e impotencia hacia sí mismo.
Además la construcción de una subjetividad joven es un proceso largo y no lineal en el tiempo, que aunque es individual se sostiene más en un ámbito grupal.[1]
Para paliar las situaciones problemáticas y atender a las nuevas dificultades que presentan los grupos adolescentes, desde la orientación educativa se trata de que las escuelas medias puedan brindar una educación personalizada, integradora e innovadora. Una de las formas de colaborar con esto puede ser a través del sistema de tutorías.
La acción tutorial puede mejorar la calidad de la enseñanza tanto en la organización institucional como en la tarea cotidiana en el aula. Entendemos por calidad educativa a una mayor interrelación de la enseñanza, las prácticas pedagógicas, las necesidades educativas de los alumnos y el respeto a su subjetividad e idiosincrasia cultural.
En general, podemos definir a la tutoría como[2] “la capacidad que tiene todo docente de ponerse al lado del alumno, de sufrir con él los procesos del alumbramiento conceptual, de ayudarle a resolver sus problemas personales, de aprendizaje, de autonomía, dependencia, relación… y en esta tarea nadie puede quedar excluido.
Para Sergio Rascovan, las tutorías son una herramienta, una creación del dispositivo pedagógico para colaborar y acompañar el proceso enseñanza- aprendizaje y la comunicación en el aula tanto entre alumnos como entre profesores y alumnos.
Esta experiencia, es importante vivirla como acompañamiento, como una escucha, una presencia, un diálogo posible entre profesores y alumnos donde se transmita afecto sin rotular ni estigmatizar al alumno o grupo.
Todos estamos invitados a mantener el diálogo como la fórmula más eficaz de la relación de ayuda.
Según Marina Müller, para favorecer la formación integral, hay que incluir contenidos transversales a los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Las líneas de acción pueden ser: “aprender a aprender”, “aprender a pensar” y “aprender a elegir”. Con esto último queremos decir aprender a construir un proyecto personal de vida. Una de las funciones del tutor es la de orientar respecto de la elección profesional ocupacional, colaborando con la tarea profesional específica que realiza el servicio de orientación psicopedagógica.
Considero interesante integrar al Proyecto de Orientación Vocacional del gabinete psicopedagógico, propuestas para que realicen los tutores. Todo proyecto tiene que ser diseñado como un plan flexible, dinámico, interactivo, evaluable y modificable.
Debe integrar la dimensión institucional, grupal e individual.
También es imprescindible el realizar una propuesta participativa[3], donde profesores, tutores y psicopedagogos, elaboren un proyecto de trabajo consensuado también por los estudiantes.
Dicha propuesta debería promover el protagonismo de los adolescentes pues está destinada a ellos, respetando la asimetría en la relación entre profesor y alumno. El tutor y el gabinete psicopedagógico deben cumplir la función de dinamizador y coordinador del grupo clase.
Para ello debe crear, mantener y fomentar la comunicación.
Marta Souto[4], define a la clase como un lugar de encuentro y al mismo tiempo de contraposición entre deseos individuales, grupales e institucionales.
Dicha autora considera “lo grupal” como un campo de problemáticas atravesado por múltiples inscripciones deseantes, históricas, institucionales, políticas, etc. Es una virtualidad, que dados un tiempo, un espacio, un número de personas, un objetivo común, crea las condiciones necesarias para que ese agrupamiento devenga en grupo.
La orientación vocacional es un campo especializado de intervención, donde hay que brindar un espacio de integración donde se enfrentan lo que el sujeto desea con la oferta del sistema educativo y el contexto donde esté inmerso.
La orientación vocacional habría que pensarla como una tarea imprescindible de esclarecimiento e información que les permita a los alumnos caminos que lo capaciten para abordar el proceso desde un pensamiento crítico y creativo que le permita llegar a una decisión.
Enseñar[5] a decidir, es “enseñar a decidirse”, a desarrollar procesos de decisión significativos en los que uno mismo está implicado.
La capacidad de tomar decisiones, es una capacidad cognitiva en un sentido amplio y completo, el adolescente necesita representarse la realidad, tomar conciencia, sentir, valorar, comparar, supeditar unas expectativas a otras. La madurez para decidir es uno de los elementos esenciales de la madurez personal y las tutorías deben ayudar a que esto ocurra.
El término madurez vocacional es mucho más amplio que el de elección vocacional, pues incluye actitudes hacia la toma de decisiones, comprensión de la demanda laboral, actividades de planificación y desarrollo de capacidades vocacional, además de la propia elección vocacional. Se logra la orientación, cuándo la escuela prepara a sus alumnos para integrarse a la sociedad, siguiendo estudios de nivel superior y/o a incorporarse al mundo del trabajo.
La finalidad del proyecto es que sea una herramienta para promover en los jóvenes una actitud crítica y comprensiva de la realidad social y cultural en la que viven.
Hay una marcada necesidad de que los alumnos puedan salir del lugar de espacio contenedor que le da la escuela y abrirse al mundo adulto.
Los alumnos necesitan en este período de tránsito de la secundaria a la vida, una ayuda que les facilite la información necesaria y contribuya a analizar y clarificar el proceso que conduce a la toma de decisión individual.
Las actividades a planificar deberán cumplir una función escolar, o sea, el proyecto de orientación vocacional debe formar parte del Proyecto Educativo Institucional. También, dichas tareas deben cumplir una función curricular, que provoque en los estudiantes aprendizajes significativos y se los forme en competencias que sean útiles dentro y fuera de la escuela. Por último una función participativa, donde los alumnos sean los propios partícipes de estas actividades.
En cuánto al primero, consideramos a la vocación como un ser llamado por lo socio cultural, que puede llevarse a cabo con profesionales del área de la psicología y psicopedagogía mediante la utilización de técnicas y tests específicos de personalidad y de Orientación Vocacional que ayuden al autoconocimiento de aptitudes y preferencias personales. Algunas actividades posibles pueden ser el seguimiento de las trayectorias escolares, datos familiares, integración social.
En cuánto al aspecto informativo, se trata de asesorar acerca de la oferta educativa existente, de transmitir saberes, conocimientos, información, oportunidades de estudio, trabajos, etc. Para ello la institución educativa tiene que contar con guías de estudiantes, guías informatizadas, materiales informativos, etc. se pueden utilizar los alumnos y actividades como la realización de murales, blogs, carteleras, mesas redondas con distintos profesionales, ferias universitarias, etc.
Es importante trabajar con los alumnos la influencia que ejercen determinados condicionantes externos como lo son la familia, el grupo de amigos, el contexto social más general y los medios de comunicación, la presión ambiental, las cuestiones de género, etc.
Y es en quinto año, cuándo se hace imperiosa la tarea a través de charlas, visitas a universidades o centros de estudio terciarios, cine debate de películas que tengan que ver con contenidos vocacionales, clarificar el alcance de los títulos, credenciales e incumbencia de los mismos.
En el proyecto, cada profesor puede hacerse cargo en su área de explicitar los aspectos prácticos de la misma que pongan de relieve el significado de cada materia en el ámbito profesional y ayuden a los estudiantes a ir definiendo sus preferencias.
Cada docente, desde su asignatura puede realizar aproximaciones a la problemática del trabajo, el profesor tutor puede asesorar en la elaboración de currículum vitae, plan de búsqueda de empleo, y actitud a tener ante entrevistas laborales.
Se pueden realizar entrevistas a adolescentes que están trabajando, egresados, trabajar con diarios sobre los clasificados que piden trabajo, elaborar listado de habilidades necesarias para la búsqueda de trabajo o estudio.
Es importante también tener reuniones con los padres para que no influyan en forme negativa en las decisiones que van teniendo sus hijos y puedan apoyarlos.
La idea no es que el tutor y el psicopedagogo resuelvan todas las problemáticas vocacionales de los estudiantes, pero si que sean una ayuda y acompañamiento para que ellos puedan “encontrar su lugar en el mundo”.
ANEXO:
BIBLIOGRAFÍA:
Bleichmar, Silvia (2.001): Seminario “La infancia y la adolescencia ya no son las mismas”, Buenos Aires, Edición del Gobierno autónomo de
Cibeira, Alicia(sin fecha): “La tarea del orientador en un contexto de desaliento social”. Buenos Aires.
Ferrari, Lidia (sin fecha): “La práctica de
Guervitz, Mirta (2.009): Clase Nº 6 del curso de Tutorías: “Las problemáticas del aprendizaje. Desde lo grupal a lo individual2 Modos de abordaje. Criterios de trabajo. Buenos Aires, Punto Seguido.
Korinfeld, Daniel (2.009): Clase Nº 1 del curso de Tutorías, “Sobre la escuela, los adolescentes y los educadores”, Buenos Aires, Punto Seguido.
Korinfeld, Daniel (2.009): Clase Nº 8 del curso de Tutorías, “Sobre abordaje de algunas problemáticas sociales. Parte I”, Buenos Aires, Punto Seguido.
Müller, Marina (2.002): “Docentes Tutores”, capítulo “La educación y tutorías en la educación de adolescentes”. Buenos Aires, Editorial Bonum.
Rascovan, Sergio (2.009): Clase Nº 2 del curso de Tutorías, “Las tutorías en la escuela secundaria”. Buenos Aires, Punto seguido.
Rascovan, Sergio (2.009): Clase Nº 10 del curso de Tutorías, “
Por Lic. Edith Beatriz Burgos
[1] Daniel Levy, clase 3 “La tutoría y el acompañamiento del grupo”
[2] Arnais e Isus (1.995): “De la tutoría, organización y tareas”, Barcelona, editorial Gráo.
[3] Dévora Kantor: “Adolescentes, jóvenes y adultos: propuestas participativas en recreación”, CEDES, 2.005.
[4] Clase nº 5. “La convivencia en la escuela y en el aula”, Norberto Ianni y María Rosa Balducci.
[5] Orientación escolar y tutorías. Enseñar a decidirse.
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