Actualmente muchos niños hipoacúsicos cuentan con la posiblidad de estar equipados, la mayoría de ellos acceden a audífonos y solo una minoría cuanta con implante coclear (de acuerdo a requisitos y nivel económico).
Los reeducadores auditivo somos los encargados de elegir el programa más conveniente para cada niño equipado.
Para aprender a diferenciar entre sonidos (vocales y consonantes) se comienza a discriminar entre dos, para luego pasar a diferenciar entre tres, luego cuatro, cinco, etc.
Ling (1976) sugiere seis sonidos ideales para comenzar, los mismos abarcan todo el espectro frecuencial de vocales y consonantes.
La información espectral de la que dispone un niño con audífono puede diferir de la que puede acceder un niño con implante. Por este motivo, los sonidos que se seleccionen para ser discriminados pueden diferir en cada caso.
Un sonido de frecuancia aguda como sh puede ser facilmente percibido por un niño con implante, mientras un niño con audífonos, que no responda a sonidos superiores a los 2000Hz, quizás ni siquiera lo percibe.
El primer contraste que se elige para un niño con implante coclear puede ser una consonante de alta frecuencia como sh con una vocal de frecuencia baja como la U o la A. Para un niño equipado con audífonos el contraste más apropiado para comenzar es U vs. A .
Los dispontos merecen una atención especial en el entrenamiento auditivo, cuando la segunda vocal( formante) es grave la inteligibilidad cambia para el oyente.
Varios programas de seguimiento auditivo están disponibles en los centros especializados, lo importante es adecuar cada uno de ellos a las necesidades y posibilidades de cada niño.
Los reeducadores auditivo somos los encargados de elegir el programa más conveniente para cada niño equipado.
Para aprender a diferenciar entre sonidos (vocales y consonantes) se comienza a discriminar entre dos, para luego pasar a diferenciar entre tres, luego cuatro, cinco, etc.
Ling (1976) sugiere seis sonidos ideales para comenzar, los mismos abarcan todo el espectro frecuencial de vocales y consonantes.
La información espectral de la que dispone un niño con audífono puede diferir de la que puede acceder un niño con implante. Por este motivo, los sonidos que se seleccionen para ser discriminados pueden diferir en cada caso.
Un sonido de frecuancia aguda como sh puede ser facilmente percibido por un niño con implante, mientras un niño con audífonos, que no responda a sonidos superiores a los 2000Hz, quizás ni siquiera lo percibe.
El primer contraste que se elige para un niño con implante coclear puede ser una consonante de alta frecuencia como sh con una vocal de frecuencia baja como la U o la A. Para un niño equipado con audífonos el contraste más apropiado para comenzar es U vs. A .
Los dispontos merecen una atención especial en el entrenamiento auditivo, cuando la segunda vocal( formante) es grave la inteligibilidad cambia para el oyente.
Varios programas de seguimiento auditivo están disponibles en los centros especializados, lo importante es adecuar cada uno de ellos a las necesidades y posibilidades de cada niño.
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