Dos de cada 15 niños adoptados en España tienen que volver a la institución de acogida por haber fracasado el proceso de adaptación a su nueva familia. Una vez de vuelta en la institución, sólo el 60% consiguen adaptarse a una segunda familia adoptiva.
Así lo explicó en la Universitat d'Estiu de Gandia la catedrática de Psicología de la UV, María Vicenta Mestre. La experta participa en un programa que llevan a cabo la Conselleria de Bienestar Social y la Universitat de València para asesorar a las familias que adoptan a niños desde que hacen la solicitud hasta que llevan dos años de convivencia.
Ante posibles conflictos, desgastes, tensión emocional, muchas veces se tiene que interrumpir el proceso de adopción, por ello se ha diseñado este programa, para prevenir de estos problemas y conseguir que no fracase ningún proceso y ningún niño tenga que regresar a la institución de acogida.
"La adopción siempre supone, al menos, un abandono", declaró la psicóloga. Por ello este programa analiza en profundidad la idoneidad de los padres. Este proceso suele ser largo, pero como señaló Mestre "es muy necesario". No se trata de poner trabas, continuó, "sino que son aspectos reguladores para que las adopciones sean exitosas.
Adopciones de riesgo
La catedrática también habló de las adopciones de riesgo, que se dan cuando, por ejemplo, el niño tiene más de seis años o tiene una historia de maltrato anterior. Otros factores de riesgo son que el menor tenga una discapacidad o enfermedad o que sea de una etnia diferente.
De todas formas, Mestre destacó que una adopción de riesgo "no significa que esté condenada al fracaso", sino que hay que dar a los padres recursos para afrontarla y también dar atención psicológica al niño.
Por otra parte, la experta indicó que la mayoría de adopciones de la Comunitat, concretamente en un 70%, las llevan a cabo familias biparentales. En un 25% por ciento de los casos se trata de familias compuestas sólo por un padre o una madre.
En cuanto a las adopciones por parte de familias que tienen algún hijo biológico, Mestre aseguró que es "enriquecedor", ya que los padres ya tienen experiencia en la crianza y el niño adoptado tiene en su hermano un soporte, un cómplice. Por todo ello, la experta destacó la necesidad de "implicar al máximo" a los hijos biológicos en el proceso.
Además, puntualizó que los países preferidos por los valencianos para adoptar niños son China, los países del Este de Europa y, últimamente, también Etiopía y Angola. En este sentido, señaló que muchas veces las trabas en el proceso vienen del país de origen de los niños, ya que desde España sólo se lleva a cabo el proceso de idoneidad. Por último, remarcó que el mejor lugar para un niño "es una familia" y que, desde las administraciones se trata, fundamentalmente, de proteger a los menores en todo el proceso.
La catedrática participó como ponente en el curso de la UEG Menors i situacions de risc, que está coordinado por la profesora de Derecho Civil de la Universitat de València, Rosa María Moliner.
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